MADRID. La investigación tuvo su origen en la denuncia presentada a mediados de octubre del año pasado por los padres de un menor de edad que mantenía conversaciones de contenido sexual a través de una conocida red social, con una supuesta mujer adulta con la que intercambiaba fotos y vídeos de carácter pornográfico, ha informado la Guardia Civil.

Tras la realización de las oportunas investigaciones se pudo identificar al autor procediendo a su detención en el mes de marzo, imputándole los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, sobre cuatro víctimas en total.

Esta primera detención ayudó a los investigadores para obtener nueva información que tras su análisis y estudio permitió conocer un modo de actuar "muy poco común", porque además de emplear como forma de engaño la imagen de una mujer, imponía a sus víctimas como paso previo a mantener relaciones sexuales con ella, que debían hacerlo con un varón amigo suyo (el propio autor), debiendo grabarse en vídeo.

El presunto autor consiguió su objetivo en al menos cuatro ocasiones, manteniendo relaciones sexuales que grabó con otras tantas víctimas, que accedieron bajo engaño y encontrándose en una situación de inferioridad a practicar relaciones sexuales completas, constituyendo esta acción el delito de abuso sexual agravado, tipificado en el Código Penal con penas que van de los cuatro a los diez años de prisión por cada delito.

Posteriormente compartió también a través de las redes sociales alguno de los vídeos grabados.

Este fue el principal motivo por el cual el autor fue nuevamente detenido a principios de mes, procediéndose a la entrada y registro tanto de su domicilio familiar como del despacho de abogados en el que trabajaba, habiéndose intervenido abundante material informático en el cual tras una primera inspección se ha podido constatar la existencia de material pedófilo, cuyo estudio ya se está realizando con la finalidad de identificar nuevas víctimas, y que debe sumarse a las pruebas ya existentes; multitud de conversaciones con menores a través de diversas redes sociales en las cuales intercambia archivos de contenido pornográfico, así como 83.500 fotografías y 1.345 videos de carácter sexual en las que aparecen menores.

El detenido podría haberse valido de las actividades realizadas en su vida extra profesional donde ha mantenido contacto habitual con menores desde el año 2012 hasta la actualidad.

Tras ser puesto a disposición de la autoridad judicial competente, se decretó su inmediato ingreso en prisión.