Un hombre de 29 años resultó ayer herido “muy grave” en el segundo boloencierro celebrado en la localidad madrileña de Mataelpino, al haber sido alcanzado por la bola de casi 300 kilos y haber sido aplastado contra ella, informó Emergencias 112 Comunidad de Madrid.

Los hechos ocurrieron en el segundo día de encierros cuando el hombre fue alcanzado por la bola en la puerta de la plaza y aplastado contra ella. Los efectivos del SUMMA 112 que se encontraban en estas fiestas comprobaron que el herido presentaba un traumatismo craneoencefálico severo.

El equipo médico del SUMMA112 lo entubó y lo trasladó en helicóptero al Hospital de La Paz. También colaboraron agentes de Protección Civil y los hechos están siendo investigados por la Guardia Civil.

No obstante, el Ayuntamiento de El Boalo-Cerceda-Mataelpino ha ofrecido este año una serie de consejos para los corredores de los famosos boloencierros tras los dos heridos que se registraron el año pasado en la carrera, uno de ellos muy grave.

Entre las recomendaciones, piden a los participantes que corran con calzado deportivo, no intenten para la bola, no corran con el móvil ni intentando hacer fotos o vídeos. Hay que intentar quitarse a tiempo del impacto de la bola y, si no se puede, hay que echarse al suelo.

Las personas que vean los boloencierros desde la talanquera no deben sacar sus brazos y/o piernas. Toda persona que esté dentro del recorrido del boloencierros será bajo su responsabilidad, añaden.

El alcalde de la localidad madrileña de Mataelpino, Javier de los Nietos, aseguró ayer que repasaron todas las normas de seguridad con todos los corredores en el baloencierro, pero que el hombre de 29 años que resultó herido se quedó parado en una zona tachada de riesgo.

El regidor aseveró que repasaron las normas de seguridad con todos los corredores y que ayer celebraron un evento “sin incidentes”. De hecho, la seguridad “se ha reforzado facilitando las salidas del recorrido para evitar que familiares pudieran parar a los corredores”.

octavo añoEs el octavo año consecutivo que se celebra la carrera, ideada por unos vecinos que se negaron a quedarse sin encierros cuando el Gobierno municipal del PP decidió no destinar fondos para tal empresa en 2011. “No había dinero para toros. La bola se ideó en secreto y como medida de protesta”, explica Carlos Hernández, presidente de la Asociación del boloencierro.

Las bolas, de 3 metros de diámetro y casi 300 kilos de peso, no llegan solas a la calle Iglesia, origen de la carrera. La primera tarea para Hernández y los pastores, cencerro en la cintura y vestidos de blanco inmaculado, es trasladar hasta allí los cilindros de menos envergadura para comenzar con el festejo infantil. “Yo participaba en los encierros taurinos con 10 años, pero ahora las normas han cambiado y no permite correr a menores de 16. Lo hacemos de esta manera para que los pequeños también puedan soltar adrenalina”, reconoce el propio alcalde de la localidad de Mataelpino, Javier de los Nietos. - E.P.