La conducta del miembro de La Manada Ángel Boza, detenido el miércoles por robar unas gafas de sol y agredir a dos guardas jurados al intentar huir de unos grandes almacenes en Sevilla volvió a sacar a la palestra la situación de “impunidad” en la que se encuentran los acusados de abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016, así como las consecuencias que puede tener en su régimen de libertad provisional este delito. Dos juristas consultados por DNA opinan sobre este asunto. Para la presidenta de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, “puede que no haya riesgo de fuga, pero se trata de una actuación de mala conducta, por lo tanto debería influir a la hora de mantenerle en libertad”. Sin embargo, Aner Uriarte, juez decano de la Audiencia de Bilbao, señala con cautela que “no es reincidente en el delito sexual, por lo que podría no cambiar su situación”.
Ángel Boza se acogió ayer a su derecho a no declarar al ser interrogado por los agentes de la Policía Local hispalense encargados de su caso, que fue comunicado a la Audiencia de Nafarroa como instancia que le condenó. El detenido, continuaba ayer en las dependencias de la Policía Nacional de la avenida de Blas Infante sevillana a la espera de ser puesto a disposición del juzgado de la capital andaluza que ejerza las funciones de guardia. La presidenta de Mujeres Progresistas señaló al respecto que “lo que está claro es que este señor tiene un nivel de impunidad tan enorme, tan enorme, que se cree que puede hacer absolutamente cualquier cosa”.
Reiteración delictiva En opinión de Besteiro, “puede que no se trate de una reiteración delictiva en cuanto a que no es el mismo tipo de delito, pero lo que está claro es que hay una mala conducta y para mantenerle en libertad se necesitaría demostrar que se comporta bien, que es lo que se requiere para estar en libertad”.
La presidenta de Mujeres Progresistas señaló que “al final se trata de una reincidencia porque vuelve a cometer un delito, aunque no sea una reiteración porque no se trata del mismo tipo”.
Estas son precisamente las dudas legales que determinarán si afecta a la situación de libertad provisional del detenido.
Para Aner Uriarte, juez decano de la Audiencia de Bilbao, “ha cometido presuntamente un delito contra el patrimonio y un posible delito de lesiones, pero no se cómo se calificara por el Juzgado de Instrucción de Sevilla”.
En cuanto a la situación de libertad provisional de Boza derivada de la sentencia que le condena que no es firme, opina que “no influye porque la libertad provisional se decide tras un periodo largo de prisión provisional porque no concurren ninguna de las finalidades para prorrogar esa situación y este delito cometido no parece que incida o genere alguna de esas finalidades ya que la reiteración delictiva debería ser la misma, tampoco se produce destrucción de pruebas, ni riesgo de fuga”.
En base a este fundamento se trataría de “una infracción independiente, en mi opinión, y con todas las precauciones puesto que no soy instructor”, indico el jurista.
Ángel Boza se defendió en comisaría ayer, indicando a los agentes que lo detuvieron que fue un vigilante el que golpeó su coche cuando intentaba salir del aparcamiento. Presuntamente habría aprovechado el descuido de uno de los empleados de los grandes almacenes para dejar las gafas de sol que él llevaba puestas y cambiarlas por otras valoradas en 200 euros, tras lo cual se marchó, pero el empleado se dio cuenta y avisó a los vigilantes.