ALICANTE. Según la Policía Nacional, a este hombre se le imputan los supuestos delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores a través de internet.
La investigación se inició el pasado febrero en Zaragoza, donde un menor denunció que era acosado por internet a través de distintas cuentas en redes sociales, por un supuesto chico de 18 años con el que compartía las mismas aficiones deportivas.
Tras ganarse su confianza llegó a amenazarle y coaccionarle para que le enviase fotografías de carácter sexual e interaccionase con él a través de videoconferencia.
Sin embargo, los agentes descubrieron que era un adulto de 49 años vecino de Alicante que había creado multitud de perfiles perfectamente diseñados para atraer a chicos menores y activos deportistas, a los que pedía fotografías y videos de carácter sexual e, incluso, que mantuvieran sesiones de cibersexo con él a través de distintas plataformas.
Cuando los menores se negaban a continuar con sus exigencias, les amenazaba con difundir ese material a todos sus contactos y familiares.
El seguimiento de su actividad por parte de los investigadores permitió conocer que era muy activo en redes sociales, con cientos de publicaciones y miles de seguidores, en su gran mayoría menores de edad, y tras varias pesquisas los investigadores lograron localizar e identificar a otros dos menores, también residentes en Zaragoza y víctimas de la misma persona.
En el momento de la detención en su domicilio de la ciudad alicantina, el hombre conversaba a través de Internet con dos potenciales víctimas, y durante el registro de su vivienda, en el que se intervinieron diversos dispositivos informáticos y se localizó gran cantidad de archivos de pornografía infantil, se halló en el escritorio una cámara web a la altura de los genitales que le permitía no ser reconocido y ocultar el rostro.
El detenido guardaba un detallado registro manuscrito de sus contactos sexuales con menores en una libreta en la que aparecía casi un millar de números de teléfono y cuentas de correo electrónico de posibles víctimas, tanto españolas como extranjeras.
Del análisis efectuado se desprende que el detenido buscaba el contacto real con los menores para, presuntamente, abusar sexualmente de ellos.
La Policía ha informado de que la conducta del arrestado se encaja en una tipología delictiva que se define como "child-grooming" y que se define como el conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza de una menor a través de Internet con el último fin de obtener concesiones de índole sexual.
Los autores usan primero un acercamiento lleno de engaños y, posteriormente, comienzan el chantaje para obtener imágenes comprometidas de la víctima menor de edad. En casos extremos, los autores pretenden un encuentro en persona para lo que coaccionan y acosan a los menores para lograr su propósito.