Madrid - El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable, “rompe corazones” y está relacionado con más de una decena de cánceres, con lo que abandonarlo solo tiene beneficios, de hecho, si se deja antes de los 40 años: la “perspectiva vital” se equipara a la de aquellos que nunca han fumado. Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, los expertos recordaron que el 22,4% de los vascos fuma y que la sociedad no tiene la suficiente percepción del riesgo cardiovascular que origina esta sustancia.

En concreto, el 29% de las enfermedades atribuibles al tabaco es de causa cardiovascular y es que esta sustancia multiplica por dos o tres el riesgo de infarto y de ictus, un impacto que aún es mayor si la patología aparece en edades prematuras y también entre las mujeres, tal y como explicó la presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Regina Dalmau. “Los estudios demuestran que la mujer, sobre todo la mujer joven, es más vulnerable a los daños cardiovasculares producidos por el tabaco”, señaló, que recordó que Estado es el país de la UE con la edad de inicio al tabaco más temprana.

Por ello, el lema de este día es “el tabaco rompe corazones” con el fin de aumentar la conciencia social y conseguir una mayor implicación y compromiso de los reguladores en la lucha contra este problema “de salud pública”. La presidenta del CNPT también hizo hincapié en la necesidad de proteger a los fumadores pasivos, ya que estar expuesto al humo del tabaco incrementa de un 20% a un 30% el riesgo de muerte cardiovascular. El beneficio de dejarlo es “muy importante y muy rápido”: “Si dejamos de fumar antes de los 40 años, nuestra perspectiva vital se equipara a la del que nunca ha fumado”, señaló Dalmau. Pero dejar el tabaco significa no dar ni una calada, ni fumar un solo cigarro ya que “hay evidencias” de que con solo consumir uno al día el riesgo cardiovascular puede suponer hasta la mitad del que fuma un paquete al día.

Riesgo a la mitad En el primer año de abandono, el riesgo se reduce a la mitad y a los cinco años se acerca al de los que nunca han fumado, además, en el caso de las personas que han sufrido ya un infarto y dejan el tabaco ven reducida su mortalidad en un 36% a los dos años.

Sin embargo, en el Estado el 34 % de las personas que ha sufrido un infarto y a pesar de haber acudido a programas de rehabilitación cardíaca, continúa con el hábito tabáquico, según indicó Lola Hernández, enfermera y miembro de la Asociación Española de Enfermería Cardiológica. Por su parte, el coordinador de Programas de Prevención Primaria y Promoción de la Salud de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Sebastián del Busto, subrayó que el tabaco causa hasta el 30% de las muertes por cáncer y se relaciona con hasta 15 tipos distintos de tumores.

Precisamente, según señaló la cardióloga y coordinadora del Grupo Trabajo de Cardio-Oncología de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Teresa López, un tercio de las personas con cáncer puede llegar a tener complicaciones cardiovasculares y son más frecuentes si el paciente ya presenta factores de riesgo como el ser fumador, tener hipertensión o diabetes, entre otros.

El vicepresidente segundo de la Organización Médica Colegial, Javier Font, reconoció que los médicos no dan el “suficiente ejemplo” y recordó medidas que defiende este organismo como las cajetillas neutras o la prohibición de fumar en los coches cuando hay menores dentro. - E. Press