BILBAO. La secuencia de los hechos se inició hacia las cinco de la madrugada de ayer, lunes, en un área de estacionamiento del municipio de Aduna, cuando un turismo Peugeot, al detectar el paso de una patrulla de la Ertzaintza, efectuó una maniobra evasiva y huyó del lugar a gran velocidad. Los agentes salieron en su persecución haciendo uso de los sistemas de iluminación rotativos, instando al vehículo fugado a detenerse. Sin embargo, éste hizo caso omiso, apagó las luces y en la oscuridad logró salir del alcance de los agentes, que lo perdieron de vista.
Al tiempo que se alertaba del incidente al resto de patrullas de la demarcación, desde el centro de coordinación se informaba de que el citado turismo constaba como sustraído en Málaga según la base de datos de Shengen. Entre tanto, el vehículo infractor se topaba con otra patrulla de la Ertzaintza en el municipio de Andoain, a la que tampoco obedecía y continuaba su huida a través de la carretera N-1 hacia Villabona, perseguido por dicho recurso. Allí circuló a gran velocidad y de forma temeraria por distintas calles de la localidad poniendo en grave riesgo la seguridad de varios peatones. En aquel momento, otra de las patrullas intervinientes cruzaba el vehículo policial en la calzada al objeto de cortarle el paso mientras le instaban a detenerse mediante megafonía y con la señalización luminosa encendida. Finalmente, el turismo a la fuga embistió contra el vehículo policial y se detuvo tras el impacto.
Acto seguido, su conductor y único ocupante arremetió contra los agentes y comenzó a agredirles hasta que pudo ser reducido. El mismo, un varón de 33 años de edad, fue arrestado por los delitos de atentado a agentes de la Autoridad y contra la seguridad vial. Además, el arrestado dio positivo en cocaína tras el test indiciario de drogas efectuado.