BARCELONA/GASTEIZ. Por detrás de Euskadi se situaron Baleares y Cataluña con un gasto por habitante en vino de 37,6 y 34,2 euros, respectivamente, mientras que en Castilla-La Mancha, la región donde menos dinero se invirtió en este producto, la cifra no llegó a los 12 euros.

El consumo total de vino en el Estado descendió en 2016 de 13,4 litros por habitante al año a 12,9, pero el gasto de vino por habitante se incrementó hasta los 24,9 euros, por lo que la entidad apunta a un desplazamiento del consumo hacia vinos de mayor calidad.

El año pasado la producción de vino en España se situó en los 33,5 millones de hectolitros, un 15 % menos, aunque siguió la tendencia global, ya que la producción mundial descendió un 8,2 %, situándose en los 246,7 millones de hectolitros.

Estos datos han sido publicados en un informe de la escuela de negocios EAE Business School de Barcelona, que en un comunicado destaca que España se ha consolidado como tercer productor de vino mundial, por detrás de Italia y Francia.

El informe de EAE destaca también a China y Estados Unidos como primeros consumidores de vino a nivel mundial, 48,2 millones de hectolitros y 32,2 millones, respectivamente, y prevé que el consumo en estos países se incremente un 5 % y un 2 % en 2018.

En cuanto al perfil del consumidor, el 60 % de la población española se considera consumidora de vino, y en esta franja el 80 % (más de 17 millones de personas) lo consume habitualmente y el 20 % (más de 4,5 millones) de forma esporádica, y es el vino tinto el que concentra la mayor parte del consumo, el 72,9 %.