Vitoria - La epidemia de gripe de este año, aún sin finalizar, está siendo la más mortífera de los últimos años. El Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III certificó, hasta el pasado 11 de febrero, más de 543 fallecimientos en el Estado español. En Euskadi, los datos son también demoledores y desde el comienzo de la temporada y en apenas dos meses se han notificado 1.429 casos hospitalizados por gripe, de los cuales 320 eran graves y de ellos se han producido 65 fallecimientos. Es decir la mortalidad ronda el 20% de los pacientes hospitalizados graves en la CAV. Las antecedentes del virus ya presagiaban lo peor. El pasado 19 de octubre, durante la presentación de la campaña de vacunación antigripal, el Servicio Vasco de Salud anticipó la virulencia de la gripe. Miren Dorronsoro, directora de Salud Pública y Adicciones, explicó por qué podía tratarse de una gripe muy agresiva. “La epidemia gripal ocurre primero en el hemisferio sur, donde están en invierno. Y Australia sí ha registrado un número mayor de casos que han afectado a más grupos de edad”, señaló.

La semana pasada la epidemia ya superó en el Estado la mortalidad registrada durante toda la temporada 2016-2017, pese a que no está previsto que finalice hasta mayo. De hecho, ha provocado el doble de muertes que la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009, que causó 271 fallecimientos. En Euskadi, los malos datos se repiten y, con la temporada todavía sin acabar, se duplican los muertos del año anterior. En la pasada campaña, un total de 229 casos graves de personas con gripe necesitaron ser hospitalizadas. 31 de ellas fallecieron. Sin embargo, en esta ocasión las víctimas mortales superan las 65, con un goteo de fallecidos que ascendió a diez en la segunda semana de febrero, entre el día 5 y el 11, o los nueve de la primera semana.

Un balance de víctimas que, no obstante, se sitúa por debajo de los muertos registrados en otra comunidad muy castigada por el virus, Galicia, donde esta temporada los fallecidos ascienden ya a 130. Los expertos han constatado este “exceso de mortalidad desde la última semana de 2017” y admiten que “está por encima de lo esperado”. Las víctimas se concentran fundamentalmente en los mayores de 64 años, coincidiendo tanto con la fase de ascenso de la epidemia gripal, como con las sucesivas olas de frío.

Sin conocerse con exactitud las causas de este azote del virus, y sin cerrarse todavía este negro balance, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) pone en el acento en la mutación del virus de este año que ha reducido la eficacia de la vacuna alcanzando aproximadamente en un 25%.

Otra sociedad científica, la Sociedad de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) alerta, de hecho, de que diez de cada cien pacientes que han sido hospitalizados por gripe acaban falleciendo, pero aclara que no es por el virus sino por la descompensación de las patologías crónicas que ya padecen. Aunque este organismo resalte que ya ha causado más fallecimientos en España que la pandemia de gripe A(H1N1) de 2009, el coordinador nacional del Grupo de Trabajo Gripe A Grave, Alejandro Rodríguez, reconoce que “en general, el virus de la gripe no es mortal”. “La gripe es una enfermedad que afecta a una gran proporción de la población cada periodo invernal pero su mortalidad es baja. Algunas condiciones de los pacientes que padecen gripe, como la presencia de enfermedades pulmonares o cardiovasculares crónicas y avanzadas, pueden descompensarse por la gripe y entonces conducir a la muerte del paciente”, explica.

A su juicio, uno de los motivos por los que el virus tiene mayor incidencia es porque este año no es el virus que circula habitualmente, y, por lo tanto, la vacuna no resulta tan efectiva como en otro tipo de influenzas. “En general, y según los datos con que contamos, esta temporada invernal, el virus predominante es el B y en más del 90% de los casos los pacientes presentaron comorbilidades o enfermedades crónicas así como mayor edad respecto de años anteriores”, puntualizó Rodríguez.

Sin embargo, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, cree que “la sociedad no puede perder la confianza en la vacuna de la gripe”. En una entrevista con Efe, señaló que en relación con el año pasado, “está habiendo más casos de gripe en general, y una mayor circulación del grupo B”. “No se preveía que hubiera esta mutación del B”, indicó. “El virus muta y aparece una forma que no estaba prevista, no es lo normal, pero a veces ocurre”.

En líneas generales, la efectividad de la vacuna puede oscilar entre un 60-70%, “todavía hay que esperar a que acabe la temporada para evaluar exactamente su efectividad en relación al comportamiento de la gripe y tomar decisiones en función de lo ocurrido”, indicó el presidente de la Asociación de Vacunología. “Los motivos por los que hay más gripe este año pueden ser varios como que haya menos gente vacunada, mayor circulación de alguno de los microorganismos que no vengan en la vacuna, vacunarse cuando ya se está incubando el virus o infectarse al poco de ponérsela”, comentó. “La gripe mata, y cuando hablamos de gripe hablamos de miles y miles de casos, evitar muchos centenares de muertes es el objetivo de la vacuna, sentenció, reconociendo que “la vacuna se debe y se tiene que mejorar”, contemplando, por ejemplo, “una inmunización universal con la que te vacunas una vez y te sirva para siempre”.

El consejero de Salud, Jon Darpón, también es categórico. “El virus de la gripe tiene muchas cepas y muta con facilidad, pero nadie discute que la vacuna es la mejor medida de prevención disponible”.

Trivalente. La OMS determinó que para 2017-2018 en el hemisferio norte, la vacuna trivalente -la que se usa habitualmente- se fabricaría con dos cepas del virus A -la A(H1N1) y la A(H3N3)- y otra del virus B, en concreto, del linaje B-Victoria.

Mutación. Si hay una mutación podría haber una discordancia parcial de los virus en circulación con respecto a los de la vacuna. Pero explican que “aunque parte del virus haya mutado, la vacuna es efectiva porque otros muchos de los virus en circulación están incluidos”.

En la temporada 2016-2017, el 40% de los vascos mayores de 65 años no se vacunaron, y por eso la campaña se dirigió este año a este colectivo de personas con el eslogan Ante la gripe, no presumas de ser fuerte. Vacúnate.

En la anterior campaña se registraron en Euskadi 229 casos graves, de los que 59 precisaron ingreso en la UCI y que conllevó el fallecimiento de un total de 31 personas.