DONOSTIA - Euskadi podrá contar en breve con una Ley de Puertos que regulará las actividades de transporte, pesca, deporte y ocio en quince instalaciones portuarias y marítimas de Bizkaia y Gipuzkoa. Esta nueva ley, que cambia el funcionamiento y organización de los puertos priorizando la prestación pública de servicios, regula, entre otras muchas cosas, la duración de concesiones y autorizaciones de amarre, incluye un régimen sancionador y promueve una revisión de tasas.
El proyecto de ley que aplica las competencias exclusivas del País Vasco en materia de puertos -excluidos los de interés general (Bilbao y Pasaia)- continuará su tramitación parlamentaria después de que ayer el Parlamento Vasco rechazara la enmienda de totalidad presentada por EH Bildu al texto que el Consejo de Gobierno Vasco aprobó el verano pasado. El objetivo que se plantea el Gobierno es regular las múltiples actividades que se desarrollan actualmente en los puertos y las zonas adyacentes y que están en crecimiento como consecuencia del desarrollo turístico de la costa vasca y del aumento de la práctica náutico-recreativa, así como el impacto de estas actividades sobre el territorio. Y es que el auge del ocio marítimo y litoral se suma a la vinculación histórica, económica y social que Euskadi tiene con el mar y la actividad portuaria, que tiene un gran peso específico y ha dado lugar a localidades crecidas en torno a los puertos, infraestructuras y empresas.
En su proceso parlamentario, el proyecto de Ley de Puertos y Transporte Marítimo del País Vasco no solo ha salvado el escollo de la enmienda de totalidad, sino que también ha introducido un cambio para evitar el principal tema de crítica por parte de la oposición: la creación de Kaiak, un nuevo ente público de derecho privado que -según el texto remitido al Parlamento- se iba a hacer cargo de la gestión de todas las instalaciones portuarias de competencia de la CAV. En lugar de crear este nuevo ente y gracias a una enmienda de PNV y PSE, se ha optado por llevar a cabo una modificación jurídica de la actual sociedad pública Euskadiko Kirol Portuak (EKP), que pasará a ser un ente público de derecho privado para la gestión de las instalaciones de uso náutico de recreo. Y es que la propuesta para la creación de Kaiak despertó muchos recelos ya en la anterior legislatura, cuando se presentó por primera vez el texto que luego fue retirado por falta de consenso suficiente para ser tramitado. Kaiak se vio desde el primer momento como un posible paso hacía la privatización de los servicios que se prestan en los puertos vascos, unos recelos que han aconsejado eliminar la propuesta del texto y apostar por un cambio en la naturaleza jurídica de EKP.
Gestión pública Con este cambio -explicó ayer Arantxa Tapia en el pleno del Parlamento Vasco- todas las actuaciones en la materia seguirían dependiendo de la Administración a través de EKP y no se podrían producir privatizaciones de la gestión. Durante su defensa del texto legislativo, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras aseguró que “la gestión pública queda garantizada”. Arantxa Tapia subrayó que EKP tendrá “el mismo objetivo y funciones” que hasta ahora, aunque las modificaciones que se pretenden introducir en su estructura permitirán dotar de una “mayor coherencia” la gestión de los puertos deportivos y recreativos.
Sin embargo, en la defensa de la enmienda a la totalidad, la parlamentaria de EH Bildu Maider Otamendi consideró que la gestión de los puertos deportivos a través de EKP podría escapar al control público y defendió que sean gestionados directamente por la Administración en lugar de crear nuevas infraestructuras. “No es aceptable esa figura jurídica”, dijo Otamendi, quien también reclamó al Estado la transferencia de los puertos de Bilbao y Pasaia.
Elkarrekin Podemos apoyó la enmienda de EH Bildu porque, según explicó José Ramón Becerra, la creación de un ente público de derecho privado como el de EKP “no es adecuado y el control público quedaría en entredicho”.
Por su parte, el popular Antón Damborenea justificó la abstención de su grupo porque -señaló- están preocupados por si la gestión a través de EKP puede suponer un aumento de los costes para los usuarios de los puertos deportivos.
Este proyecto de ley aborda la regulación general del sector portuario vasco, que hasta el momento está regida por normas dispersas y fragmentadas y por la aplicación de la legislación estatal en la materia -Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante-. Afectará a la gestión de 15 puertos -Hondarribia, Donostia, Orio, Getaria, Zumaia, Deba, Mutriku, Ondarroa, Lekeitio, Ea, Elantxobe, Mundaka, Bermeo, Armintza y Plentzia-, en los que priman las actividades de ocio y pesqueras, mientras que quedan fuera de la regulación los de Bilbao y Pasaia, por su carácter comercial y porque son competencia del Estado.
El proyecto de Ley prevé la creación consejos municipales portuarios para articular las relaciones entre la administración portuaria y las municipales responsables las localidades con puerto y se apuesta por la convivencia entre la actividad portuaria y la actividad cotidiana de los municipios. Para ello se utilizarán los Planes Especiales de Ordenación Portuaria -que regulan el uso urbanístico- y la Delimitación de los Espacios y Usos Portuarios, que ordena usos e instalaciones en la zona de servicio de los puertos.
Incluidos. El ámbito de aplicación de la Ley son los Puertos de titularidad de la CAVP: Hondarribia, Donostia, Orio, Getaria, Zumaia, Deba, Mutriku, Ondarroa, Lekeitio, Ea, Elantxobe, Mundaka, Bermeo, Armintza y Plentzia. 1
Excluidos. La regulación no es aplicable a los Puertos de interés general ubicados en la CAPV como Bilbao y Pasaia.
El objeto del proyecto de Ley es establecer el régimen jurídico aplicable a los puertos e instalaciones portuarias y marítimas, regular la gestión del dominio público portuario y el régimen económico-financiero derivado de su utilización y de la prestación de servicios, ordenar la actividad de transporte marítimo y fijar el régimen sancionador.
El régimen jurídico de los Puertos de Euskadi dibuja un concepto global de puerto, sin clasificación en base a su uso y atendiendo a las características de los puertos vascos en los que, mayoritariamente, las distintas actividades y usos confluyen en un mismo espacio físico.