vitoria - La consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, advertía ayer de la relación “directa” entre el déficit de natalidad y las desigualdades de género, y resaltó que “la desaparición de las diferencias de género en el cuidado de los hijos repercutiría positivamente en la promoción de las familias e infancia”. Artolazabal participaba ayer en una jornada dedicada a la Estrategia de inversión en las familias e infancia de Euskadi.

Según destacó la consejera, “existe una relación directa entre el déficit de natalidad y la persistencia de las desigualdades de género, especialmente en lo que se refiere a la responsabilización en la crianza de los hijos y la estructuración de los tiempos sociales, ya que el reparto de las tareas domésticas entre los personas ocupadas en Euskadi resulta muy desigual”. En 2015, las mujeres que trabajaban fuera de casa destinaban 4,5 horas diarias al cuidado de los hijos menores de 15 años, mientras que los hombres únicamente 2,9 horas diarias.

Además, apostillaba la consejera, el 14,9% de las mujeres ocupadas no está satisfecha con la implicación de su pareja en las tareas domésticas. Por el contrario, una gran mayoría de los hombres ocupados (70,4%), se muestran “muy satisfechos” con la implicación de su pareja, expresaba Artolazabal al tiempo que recordaba la “necesidad de insistir en las políticas de familia basadas en la corresponsabilidad y la conciliación”.

Artolazabal consideró que hay que tener en cuenta hechos como las bajas tasas de natalidad y de fecundidad, y las dificultades para tener el número de hijos e hijas deseado. En Euskadi, durante 2015, nacieron 8,6 criaturas por cada mil habitantes, inferior a la media de la UE-28 (10) y muy inferior a países como Irlanda (14,2), Francia y Reino Unido (12) o Suecia con (11,8). Fue, en cambio, similar al Estado español (9), y sólo ligeramente superior a países con los valores más bajos de toda la UE: Grecia (8,5), Portugal (8,2) e Italia (8).

Según desgranó, en lo que respecta a la tasa de fecundidad, en Euskadi se sitúa en 1,39, muy lejos de los 2,78 hijos de media de 1975, y de los 2,1 necesarios para el reemplazo generacional según estudios científicos. “El índice más bajo lo presenta Bizkaia con 1,31 hijos por mujer en edad fértil, mientras que Araba alcanza los 1,49 y Gipuzkoa los 1,47”, citó. No obstante, Euskadi ha sido la única comunidad en la que la fecundidad ha crecido durante el período de crisis, pasando de un valor de 1,3 hijos por mujer en 2008 a otro de 1,39 en 2015. “Aun así nos queda mucho por hacer”, reconoció Artolazabal.

A su juicio, “buena parte” de las familias vascas “tienen menos hijos de los que desearían”, ya que el 72% de las personas jóvenes desearía tener dos o más hijos, pero el número es de 1,3. “En 2014 un 5,6% de los hogares vascos, casi 50.000, tenían problemas ligados a la reproducción familiar o demográfica, no teniendo los hijos o hijas deseados por escasez de recursos económicos, inseguridad laboral y/o problemas relacionados con su cuidado y atención”, añadió. En su opinión, otro hecho que también “ha contribuido a las bajas tasas de natalidad es el progresivo retraso de la maternidad, dato que viene unido al también progresivo retraso de la emancipación”. - E.P./Efe