GASTEIZ. La familia del joven, que tenía 34 años cuando desapareció, celebrará este domingo una concentración en la capital alavesa -como ha hecho en cada aniversario de su desaparición- para recordar que llevan "cuatro años esperando a Borja" y tratar de dar visibilidad al caso para evitar que caiga en el olvido.
En la concentración, además del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, también está prevista la asistencia del presidente y de la directora de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas, QSDglobal, Paco Lobatón y Anabel Carrilo, respectivamente.
Borja Lázaro ingeniero informático y aficionado a la fotografía, fue visto la última vez en la noche del 7 al 8 de enero de 2014 en la localidad costera de La Guajira y desde entonces no se ha tenido noticias de su paradero.
Los día previos a que se le perdiera el rastro fue visto por dos turistas alemanes, dos chilenas y unos colombianos con los que esa noche estuvo tomando unas copas.
En un primer momento la Policía colombiana planteó tres hipótesis: un secuestro -llegó incluso a utilizar en la investigación la unidad de elite especializada en secuestros-, que se ahogara en el mar o que se introdujera desorientado en el desierto. La Guajira es una península semidesértica al norte de Colombia. Sin embargo, nada se sabe a día de hoy de lo sucedido.
Durante este tiempo su familia ha llevado a cabo diversas iniciativas y ha mantenido encuentros con distintos cargos institucionales para tratar de implicar a las administraciones en la búsqueda del joven.
Así, además de reunirse con el alcalde y con el diputado general de Álava, Ramiro González, han mantenido contactos con representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores con el objetivo de evitar que el caso caiga en el olvido y también para estar informados de las pesquisas que pudieran hacerse desde Colombia.
Cuatro año después y sin pistas nuevas sobre lo que le ocurrió, la familia de Borja Lázaro sigue luchando para que las autoridades no se olviden de este joven vitoriano. Para ello este domingo volverán a concentrarse para recordarle y dejar patente que el caso sigue sin resolverse.