BILBAO. Ese "déficit" de plantilla, sumado a los "recortes" derivados de la crisis económica, ha provocado "malas condiciones laborales" y un "empeoramiento" de la salud de los profesionales así como de la atención a los pacientes.
Durante la presentación hoy en Bilbao del estudio "Percepción de estrés de los profesionales de Enfermería. Comparativa 2012-2017", la responsable de Salud Laboral de Satse-Euskadi, Carmen Vide, ha mantenido que la actual ratio de enfermeras por cada mil habitantes en la sanidad pública vasca es de 3,8, frente a la media española de 5,3 y la media europea de 8.
Ha explicado que los datos oficiales sitúan la media vasca en 5,6, pero ha resaltado que esa cifra es el resultado de sumar la red pública y la privada.
Según ha destacado, Euskadi también es la comunidad donde la enfermería prolonga más su jornada laboral debido a la carga de trabajo.
El resultado en cifras de este escenario se recoge en las conclusiones del estudio, que detecta un "empeoramiento" respecto al estudio anterior de 2012, y arroja como cifras más importantes que el 71 por ciento de los trabajadores de este colectivo se siente estresado y el 70 por ciento sufre agotamiento emocional.
Más del 80 por ciento cree que sus condiciones de trabajo se han deteriorado como consecuencia de los recortes y el mismo porcentaje considera que en su horario laboral no dispone de tiempo suficiente para prestar la atención más adecuada a los pacientes.
El 62 por ciento percibe, además, un "deterioro" de la calidad asistencial al ciudadano.
Este último dato, según Vide, se explica también por los cambios de unidades "para cubrir huecos", lo que provoca en el profesional "inseguridad y miedo a cometer errores, ya que no controla el nuevo servicio".
Vide también ha citado los "riesgos" de la profesión, entre ellos las agresiones y el hecho de manejar medicamentos peligrosos y muestras biológicas "sin las medidas de salud laboral adecuadas".
Ha recalcado que en 2012 había una crisis que podría justificar los recortes, pero en 2017, con la recuperación económica, "ya no hay excusa".
Por todo ello demandan a la administración sanitaria "con carácter urgente" el aumento de las plantillas "en un número de plazas suficientes"; la consolidación y el blindaje de la jornada de 35 horas así como un incremento salarial; la reactivación de la carrera profesional y el desarrollo de entornos de trabajo seguros, entre otras reivindicaciones.
Según datos de Satse, de los 8.453 enfermeros que trabajan en Osakidetza, 5.719 son fijos en plantilla; 1.116 interinos, y el resto son eventuales.