MADRID - Un 54% de los cuidadores, que en su mayoría son familiares de los dependientes, ha sufrido cambios en sus vidas, con alteraciones de carácter y de estado de ánimo, que han repercutido en su salud física en un 60% de los casos y en un 49% a la mental.

Así lo ha querido resaltar la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) coincidiendo con el Día del Cuidador, que se conmemoró ayer para homenajear el trabajo de “los que cuidan a sus mayores”.

La SEGG, que ha puesto también en marcha el proyecto Un cuidador lo cambia todo para informar y concienciar sobre su trabajo, destaca que el tiempo libre de los cuidadores se ve afectado en un 82% y la vida familiar en un 70%. En cuanto a las molestias físicas, el 80% nota cansancio o fatiga y sufre estrés, mientras que el 76% presenta dolores osteoarticulares y de espalda; la mitad tiene insomnio y casi un 40% se queja de dolores de cabeza. Además, un 73% de los cuidadores sufre frustración e impotencia, frente al 61% que presenta ansiedad, irritabilidad o enfado; el 57%, depresión o tristeza; el 35%, soledad; y sentimiento de culpa, el 30%. Ello se debe a la “importante carga física, psíquica y emocional” que padecen, ya que el 84% de los mayores dependientes necesita ayuda para su higiene, para vestirse el 80%, un 63% para preparar comida y el 58% para alimentarse.

A pesar del trabajo que realiza el cuidador para ayudar al mayor en estas labores, la SEGG ha destacado que su labor no está reconocida, “a pesar de que a estos les resultaría reconfortante y alentador”. Esto se debe a que cinco de cada diez mayores dependientes padecen demencia, un 19% tiene una actitud agresiva y de menosprecio, y un 15% sentimiento de rechazo.

Ante esta situación, la SEGG ha pedido que se reconozcan las necesidades de los cuidadores, ya que a un 51% les gustaría tener reconocimiento social, un 45% demanda ayuda económica y un 41% apoyo psicológico y emocional. - Efe