BARCELONA. Lo ha explicado este miércoles en una atención a los medios la responsable de Radiología de Mama, Ana Rodríguez-Arana, que ha añadido que realizarán una validación clínica del procedimiento, comparando objetivamente los resultados con las técnicas convencionales.

El hospital lleva usándolo tres meses, y de momento perciben mejoras en la experiencia de las mujeres, con la mayoría muy satisfechas de la "participación activa" que permite, pero también en los resultados, ya que muchas apretan alrededor de un 20% más de lo que haría un técnico y se reducen repeticiones, al no haber tanta tensión y dolor en el momento de la prueba.

Además de una mamografía tradicional --con autocompresión--, este aparato permite realizar tomosíntesis --radiografías en tres dimensiones-- con un 40% menos de radiación, como si fuera de dos dimensiones, a la vez que permite realizar mamografías con contraste --con líquido de contraste por vía venosa--, han explicado la experta en este sistema Laura Hernández y la médica de epidemiología Margarita Posso.

En comparación con un mamógrafo convencional, este nuevo sistema cuenta con mejoras ergonómicas que permiten a la paciente reposar sus brazos de forma natural --en lugar de agarrarse a asas, con los músculos tensos-- y cantos redondos.

La mujer a la que se realiza la prueba tiene un mando con un botón para aumentar la presión y otro para reducirla, y va haciendo "una compresión mínima y progresiva", mientras que la sala cuenta con pantallas con imágenes bucólicas y un sonido de pájaros y bosque.

DESESTIGMATIZAR LA MAMOGRAFÍA

La instalación de esta tecnología se enmarca en un plan del hospital para aumentar la participación de las mujeres en el cribaje de cáncer de mama: "Queremos desestigmatizar la mamografía y minimizar esta percepción de prueba incómoda y dolorosa que hace que muchas mujeres sufran ansiedad" e incluso decidan no hacerla, ha explicado Rodríguez.

Según un estudio internacional, entre un 25% y un 46% de mujeres que han experimentado una prueba dolorosa no va a las siguientes mamografías, por lo que iniciativas como este nuevo sistema contribuyen a mejorar el cumplimiento de las rondas bienales de cribaje --pruebas para descartar una dolencia--, lo que beneficia "la detección precoz y los tratamientos en fases iniciales".