Los insistentes mensajes apelando a la prudencia y la sensatez de las personas conductoras y de los peatones tienen su razón de ser. Y la tienen siempre, todos los días del año, a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia. Son muchos los factores técnicos y humanos que juntos o por separado predisponen para sufrir un accidente de carretera; sin embargo hay uno que, lejos de supersticiones y fetichismos, se repite año tras año en las estadísticas de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco: en la última década, el grueso de los siniestros y de las personas implicadas se apelotonan a las seis de la tarde.

Así lleva ocurriendo de forma ininterrumpida desde 2006. Esta circunstancia no significa que también a esa hora se concentren los accidentes más graves. De hecho, la mayoría de las veces son golpes de chapa que se resuelven con una llamada a la compañía de seguros y sin precisar de atención médica. No hay explicaciones lógicas que valgan; cierto es que en esa franja horaria coinciden salidas a la carretera -muchas veces multitudinarias- por distintos motivos a lo largo del año: trabajo, colegios, vacaciones,? pero ninguno de estos hechos es suficiente para poder esclarecer esta particularidad que también quedó registrada en los ejercicios de 2004, 2003 y 2002.

Los datos estadísticos del curso 2016 corroboran que en esa profética hora de las seis de la tarde hubo 1.270 personas implicadas (el 8,3% de las 15.312 de todo el año). Pero es que lo mismo ocurrió en 2015 cuando fueron 1.210 (de 14.037); en 2014 fueron 1.039 (hubo 14.949); en 2013 se contabilizaron 1.106 (el 7,2% de las 15.278); en 2012 la cifra de personas implicadas fue de 1.158 (el 7,6% del total: 15.177); en 2011 se abrieron 1.126 expedientes en esa franja horaria (el 7% de los 16.059 computados); en 2010 fueron el 7,3% (1.327 personas de las 18.126 implicadas); en 2009 fueron 1.547 (7,8%) ya que aquel año hubo 19.795 personas involucradas de una u otra manera en accidentes; en 2008 la cifra subió a las 2.040 (el 8,5%); en 2007 fueron tres personas más, 2.043, lo que supuso el 7,7% de las 26.500 totales; y en 2006 el anuario refleja que 2.300 personas se vieron implicadas en un accidente a las seis de la tarde, el 8,6% de las 26.620 contabilizadas aquel año.

El sentido común lleva a pensar que, entre otros factores, el cansancio, la distracción o la ansiedad podrían estar detrás de una buena parte de esos siniestros. Más aún cuando un análisis comparativo de los anuarios estadísticos de tráfico sorprende con otro hecho: el viernes es la jornada con mayor densidad de accidentes. Así ha sido también durante la última década, con la excepción del año 2012. En cualquier caso, como ya ha apuntado en más de una ocasión Luis Murguía, del Real Automóvil Club Vasco-Navarro (RACVN) todo son teorías “porque el análisis de los accidentes y sus causas no es una ciencia”. Decía entonces este experto en asuntos de movilidad y seguridad vial que, en general, las personas conductoras se creen que conducen mejor de lo que realmente lo hacen y sobrevaloran su capacidad al volante.

Reacción El desenlace más frecuente es que el tiempo de reacción sea mayor del deseado lo que puede materializarse en un siniestro o en un susto. Lo que está claro es que la atención al volante es esencial para prevenir y evitar accidentes. También y sobre todo en los desplazamientos cortos, diarios y conocidos. De hecho, es habitual que se haga el recorrido de una forma más o menos automatizada, sin prestar la debida atención a las señales y a los vehículos. Esto podría explicar que los viernes sigan la tendencia maldita de la seis de la tarde hasta convertirse en el día de la semana con mayor posibilidad de tener un siniestro.

El año pasado, por ejemplo, el 16,9% de los accidentes se amontonaron en viernes: 1.366 de los 8.071 registrados. Y en 2015 fueron 1.146 (15.8%); y en 2014 el 15,9% (1.254 de 7.903); en 2013 el porcentaje se situó en el 16,4%, correspondiente a 1.364 accidentes de tráfico de 8.323 registrados; en 2012 fueron 1.250 de 8.132 (el 15,4%); un año antes la cifra fue de 1.275, el 15,2% de los 8.406 siniestros habidos durante ese 2011; en 2010 fueron 1.313 de 8.206 (16%); en 2009 hubo 1.441 accidentes, el 16,5% de los 8.752 habidos; los viernes de 2008 hubo 1.699 accidentes, el 16,1% de los 10.557 totales; en 2007 se concentraron 1.876 de 11.529; y en 2006, 1.815 de 11.479.