vitoria - El interés superior del menor y la priorización del acogimiento familiar frente al residencial son los ejes sobre los que pivota el proyecto de decreto con el que el Gobierno Vasco quiere regular la figura del acogimiento de menores en familias durante el tiempo que requiera su atención o solución de las circunstancias desfavorables.

El pasado siete de julio la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, inició el procedimiento para la elaboración del proyecto de decreto por el que se regula el acogimiento familiar en la Comunidad Autónoma Vasca y durante estos días y con carácter previo a la redacción definitiva del proyecto, ese texto está expuesto a información y participación ciudadana. El nuevo decreto es fruto del consenso entre el Gobierno Vasco y las tres diputaciones forales, y tiene en cuenta la importante experiencia que éstas acumulan en el estudio y valoración de las personas que se ofrecen para el acogimiento familiar, en la prestación de las medidas y en la selección de las personas acogedoras que se consideran más apropiadas.

Ernesto Sainz Lanchares, director de Familia y Diversidad del Gobierno Vasco, explicó que “las modalidades de acogimiento familiar recogidas en el decreto, en lo concerniente a su duración, proponen un acogimiento familiar de urgencia dirigido principalmente a personas menores de 6 años, y por un período máximo de 6 meses; un acogimiento familiar temporal por un período máximo de dos años; y un acogimiento familiar permanente al que se puede acudir tras agotar los dos años del temporal, o directamente si las circunstancias así lo exigen”.

Varios tipos “Atendiendo a la vinculación del menor con la familia acogedora” indicó el director de Familia, “prevé un acogimiento en familia extensa (abuelos, tíos y otros familiares del menor); un acogimiento familiar en familia ajena, que a su vez puede ser acogimiento ordinario, especializado o profesionalizado”. “En todos los casos -puntualizó Sainz Lanchares, la familia acogedora deberá reunir los requisitos y superar los criterios de selección que se establecen en el propio decreto. En el caso del acogimiento familiar especializado al menos uno de los miembros de la familia ajena deberá disponer de cualificación, experiencia y formación específica, es decir, ser persona diplomada, licenciada o grado en titulaciones relacionadas con el ámbito sanitario, socio-comunitario o socio-educativo, y tener experiencia, al estar dirigido a personas menores de edad con necesidades o circunstancias especiales”.

El director de Familia destacó que “partiendo del principio del interés superior del menor, otra característica del decreto es que se oye siempre a los menores, y se cuenta con ellos en otras fases del proceso si tuvieren madurez y, en todo caso, si tienen más de 12 años”. Según Ernesto Sainz Lanchares, “la idea de priorizar la medida del “acogimiento familiar” frente al “acogimiento residencial” se fundamenta en que la persona menor de edad necesita de un ambiente familiar para un adecuado desarrollo de su personalidad. Además, el decreto llena un vacío jurídico, “tratando de reforzar el principio de seguridad jurídica exigible a toda norma con incidencia en la ciudadanía, así como el principio de igualdad” en la comunidad autónoma, “estableciendo las máximas garantías tanto para las personas menores de edad en situación de desprotección y las familias o personas acogedoras, como para los progenitores o tutores, y en general para la familia de origen” de los menores, priorizando siempre el interés superior del menor.

El director de Familia concluye que el decreto trata de homogeneizar los requisitos y las condiciones que deben reunir los acogimientos familiares así como las pautas de actuación de las diputaciones forales en estos procedimientos.

Araba. Alrededor de 90 familias acogen a 120 menores en situación de desprotección, a las que hay que sumar 9 núcleos familiares que continúan con la acogida más allá de la mayoría de edad de quienes estuvieron en acogimiento familiar.

Bizkaia. En el primer trimestre de este año 314 menores vivían acogidos en familias, 214 en familia extensa (con abuelos y tíos principalmente) y el resto en familia ajena. Según la Diputación, Bizkaia necesita, de manera constante y como mínimo, 35 familias dispuestas a acoger a menores en situaciones de alto riesgo y desamparo.

Gipuzkoa. Actualmente hay 356 menores tutelados que residen en domicilios de acogida. Otros 316 niños residen en centros forales y al menos 45 de ellos ya están preparados para salir en cuanto se encuentren familias adecuadas.