las reglas ya no son trece. Se han quedado en cuatro. Hasta ahora, las mujeres disponían de DIU’s, parches, implantes, anillos vaginales y las clásicas píldoras que reducen el sangrado a la mínima expresión, pero sin eliminarlo. Sin embargo, ahora ya es posible tener la menstruación una vez al trimestre gracias a una nueva pastilla que restringe las menstruaciones anuales y que cuenta con el plácet de los ginecólogos.

Es la última revolución en técnicas anticonceptivas; espaciar el periodo menstrual. La primera consistió en modificar la composición y la dosis hormonal de la píldora para sufrir menos efectos secundarios. La segunda, alteró la vía de administración que al principio siempre era oral. “Y la última evolución se refiere a la posibilidad de disminuir el número de menstruaciones al año, es decir, de tener cuatro reglas anuales en vez de trece sin producir ningún efecto nocivo a la mujer”, asegura Koldo Carbonero, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirón Donostia.

Verano sin regla y un sangrado cada cuatro meses. Una quimera hecha realidad y un mito derribado. Y es que una amplia mayoría de mujeres en todo el mundo declara querer menos menstruaciones. Un 76% de población femenina dice que la menstruación interfiere en su vida sexual, un 48% apunta que este proceso le causa molestias en su actividad física y un 28% afirma que incide negativamente en su trabajo.

Las nuevas píldoras que se toman durante 120 días dan una vuelta de tuerca a los métodos tradicionales ya que disminuyen los síntomas asociados a la menstruación como la dismenorrea, el dolor sin causa orgánica, tensión mamaria, hinchazón abdominal etc...

En realidad esta píldora llevaba aprobada desde el año 2007 por la Administración de Medicamentos de EE.UU. (FDA) y estaba disponible en otros países, aunque, por cuestiones de comercialización, hasta el año pasado no llegó al Estado español. Probablemente, tal y como señala el ginecólogo José Ramón Serrano, en el momento actual el perfil de la mujer española está cambiando y las jóvenes tienen superada la falsa creencia de la regla como “depuración”. “De hecho, ya se pautan de otra forma las píldoras habituales cuando se programa un viaje o una competición deportiva con el fin de retrasar el sangrado por deprivación”, añade.

El uso de la píldora anticonceptiva -que utilizan más de cien millones de mujeres en todo el mundo- comenzó en la década de los 60 en Estados Unidos, pero en España no llegó hasta los años 70. Sin embargo para que esta nueva fórmula sea bien aceptada, los expertos creen necesario aclarar que con los métodos hormonales no se tiene la regla, sino “un sangrado artificial”. “Su mecanismo de acción es producir una pseudogestación y así se engaña al cerebro y se produce una anovulación; es decir la mujer tiene ciclos normales con menstruaciones normales pero sin ovulación”, explica Carbonero. “Actualmente, las dosis hormonales de los anticonceptivos se han reducido sustancialmente, lo que permite prolongar su uso en el tiempo, siempre bajo control ginecológico”, asegura.

¿Para cuándo la masculina? Mientras tanto, el gran mito sigue siendo el de la píldora masculina, un fármaco que parece aún inviable. “La mujer tiene cliclo menstrual. En edad reproductiva, cada mes su organismo se prepara para un embarazo. Sin embargo el varón produce espermatozoides continuamente y si hay que parar la producción de espermatozoides habría que bloquear la actividad del testículo. El anticonceptivo no hace eso, solo logra que no se ovule y engaña al cerebro con un hipotético embarazo. Y no se sabe si bloquear la producción espermática sería o no reversible”, aclara Carbonero.

Por eso, la pastilla antibaby continúa siendo la indicación principal como método anticonceptivo reversible. La usuaria ideal sería la mujer con pareja estable que no desee en ese momento un embarazo. Aunque los expertos recalcan que “la píldora no protege de las infecciones de transmisión sexual, papel que si desempeña el preservativo”.