Puente la reina - Consternados por lo ocurrido, los vecinos y vecinas de Puente la Reina se reunían ayer en torno al lugar de la explosión, donde horas antes el suelo se encontraba lleno de cristales y objetos que habían salido disparados de la vivienda tras el suceso. En todo el pueblo no se hablaba de otra cosa. Algunos comentaban cómo habían ayudado a los heridos tras la explosión; otros, cómo habían salido de sus casas asustados por el fuerte ruido y algunos compartían opiniones sobre Rafael Beasáin, quien provocó la explosión en un acto de suicidio y a quien conocían como El Pascualico. “Se veía venir”, decían algunos. “Llevaba ya un tiempo avisando de que iba a quitarse la vida y al final lo ha hecho”, añadían.

Según los vecinos de la localidad, se trataba de “un hombre ya jubilado que había trabajado en una fábrica de gráficas de Estella y que no mantenía relación con la gente del pueblo”, en el que residían también algunos de sus hermanos. En alguna ocasión, comentaban, estos vecinos tuvieron desacuerdos con el fallecido, a quien describían como una persona “conflictiva” y, de hecho, habían sido interpuestas algunas denuncias en su contra.

Respecto al momento de la explosión, un vecino que vive en el portal de enfrente al del suceso indicó que se encontraba viendo la televisión cuando escuchó un fuerte ruido. “Fui corriendo a la ventana y vi todo en llamas; entonces, pensé que podía haber sido un coche bomba o un ataque terrorista, pero en seguida me fijé que la pared de la casa de enfrente estaba completamente derribada y empecé a pensar que podía tratarse de una explosión”, dijo, e indicó que en su edificio los mayores daños ocurridos fueron “en algunos cristales exteriores”.

Otra vecina, cuya vivienda se encuentra a unos 100 metros del lugar, manifestó que se encontraba en su casa en el momento de la explosión y que “se movieron todas las persianas, las ventanas y los cristales”. “Bajamos a todo correr a ver qué es lo que había ocurrido y escuchamos muchos gritos”, dijo, para añadir que su marido “se puso rápidamente a ayudar y a avisar a los coches que se dirigían en esa dirección, puesto que suelen ir a bastante velocidad y el lugar estaba repleto de jóvenes asustados”. - A.R.O.