Gasteiz - La evaluación de la Ley vasca para la Igualdad concluye que es un “instrumento jurídico útil y eficaz” que ha permitido consolidar avances en esta materia, pero plantea como una de sus principales “debilidades” que dota de poca capacidad sancionadora a las instituciones públicas.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta de Emakunde, Izaskun Landaida, abrieron ayer la jornada Logros y retos de las políticas de igualdad en la que fue presentada esta evaluación. Landaida explicó que el análisis llevado a cabo por expertos y organizaciones destaca que la ley ha permitido consolidar muchos avances y que sigue siendo un marco jurídico válido y con recorrido. No obstante, se recoge que la normativa debe dotarse de “mayor concreción y reglamentación” y debe mejorar la capacidad sancionadora no solo en lo que afecta a instituciones públicas, sino sobre todo en el ámbito privado. Así, los expertos echan en falta un “mayor carácter proactivo” de la ley.
Indican que el avance ha sido desigual en la Administración pública y en el ámbito privado, aunque dentro de las instituciones el balance tampoco ha sido homogéneo, por lo que reclaman “un impulso político que no haga depender los progresos del voluntarismo existente en cada espacio”.
Landaida señaló que se trabajará para dar respuesta a estas “debilidades” y dijo que otros retos detectados por el informe nacen de la necesidad de “avanzar a la velocidad necesaria” en la eliminación de roles y estereotipos. “Las niñas se ven recluidas en los rincones de los patios, la sociedad tolera las bromas basadas en estereotipos, la tradición se sigue imponiendo sobre la igualdad, las personas diferentes siguen siendo invisibles, las mujeres son asesinadas mientras algunos medios dicen que se mueren”, relata la evaluación como ejemplos de discriminación que demuestran que “se está muy lejos de alcanzar una igualdad efectiva”. La investigación concluye que Euskadi tiene unas instituciones y una sociedad civil que “quiere avanzar hacia la igualdad”. - Efe