Madrid - Cientos de miles de personas de personas participaron ayer en Madrid en la mayor marcha del Orgullo Gay 2017 en el mundo para reivindicar la libertad sexual bajo el lema Por los derechos LGTBI en todo el mundo. La manifestación, con 60 pancartas escritas en numerosos idiomas y 52 carrozas, fue el eje de las celebraciones del evento mundial World Pride. En la primera línea de la pancarta estaban los portavoces de los principales partidos y sindicatos del Estado. La concejal delegada de Políticas de Género y Diversidad del Ayuntamiento de Madrid señaló que gracias a los colectivos LGTBI Madrid “ha conseguido ser una ciudad de referencia en derechos LGTBI en un momento histórico”. “Dentro de dos años le tocara a Nueva York y les deseamos los mejores deseos para que tengan un orgullo tan fascinante como el nuestro”, añadió.
Tras dos horas de marcha en un ambiente festivo y reivindicativo, la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, recibió en la plaza de Colón a las asociaciones y participantes en la manifestación convocada por COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) y FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). Finalmente la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Cristina Cifuentes, acudió a Colón al considerar que es un “acontecimiento histórico” y que debía estar “apoyando la apoyando la causa LGTBI que es la causa de la libertad”.
Tras el paso de la manifestación por la Igualdad y los derechos de la población LGTBI, arrancaron las 52 carrozas del Orgullo Mundial y, a la cabecera, se situó la de Bomberos Madrid. Se trataba de una escala antigua de Bomberos Madrid de 1968, en la que iban agentes y personal de los efectivos de seguridad y emergencias de la ciudad.
La multitudinaria manifestación multicolor discurrió sin percances por el centro de la capital de España entre fuertes medidas de seguridad. El Samur atendió en el epicentro del World Pride a dos hombres que tuvieron que ser trasladados al hospital con pronóstico reservado: uno de 65 años con un infarto y otro de unos cincuenta por una intoxicación etílica. - DNA