Orduña - Los acordes de la marcha fúnebre Pobre Carmen, interpretados por la Banda de Música Santa Cecilia de Orduña, dieron inicio, a las 18.30 de ayer, a la misa en memoria del torero Iván Fandiño, fallecido la noche del sábado en la ciudad francesa de Aire Sur L’Adour a consecuencia de una gravísima cornada inferida el toro Provechito, que lo corneó en el costado derecho después de perder pie cuando el diestro realizaba un quite por chicuelinas.

La iglesia de Santa María de su ciudad natal se quedó pequeña para acoger a la multitud de personas que, con su presencia, quisieron arropar a la familia en estos duros momentos. Ya en el interior, el párroco alabó en su homilía la valentía del orduñés y animó a sus allegados a que “en su memoria, y aunque se os llenen los ojos de lágrimas, hay que demostrar coraje para mirar a la vida de frente”. Durante el oficio religioso también se escuchó el sonido txistu, instrumento que tocó de joven el malogrado diestro con gran maestría, y la banda cerró el funeral con el pasodoble Iván Fandiño que hace años compuso en su honor Jesús C. Urrutia, Director de la agrupación musical.

Los gestos en reconocimiento a la figura del torero continuaron con el emotivo paseillo hasta la plaza de toros de la ciudad donde fueron depositadas las coronas y ramos de flores llegados a lo largo de la triste jornada desde todos los puntos de Euskadi y del estado, entre ellos los enviados por la Taurina de Cádiz, el Ayuntamiento de Guadalajara -ciudad con la que Fandiño estaba muy vinculado-, el Club Taurino de Bilbaoo el Otxomaio de Orduña, la Escuela Taurina de Valencia, la Asociación Nacional de Mozos de Espada o la familia Chopera.

Figuras de la tauromaquia Durante toda la jornada, compañeros de profesión del fallecido torero vizcaíno quisieron arropar a familiares y allegados de Iván Fandiño. Por la mañana, acudieron al velatorio en el tanatorio de Amurrio figuras de primera fila como Enrique Ponce, El Fandi, Curro Díaz, Pepín Liria, Luis Miguel Encabo, Javier Conde, Paco Ureña y Juan Antonio Ruiz Espartaco. Todos destacaron la “seriedad” de Fandiño y lamentaron su muerte. “Esté donde esté se merece que lo saquen por la puerta grande porque ha sido un hombre grande”, declaró Espartaco en representación de sus compañeros tras calificar de “desgracia tremenda” la pérdida del torero vizcaíno al que “nunca olvidaremos porque siempre estará en nuestros corazones”.

Enrique Ponce también dirigió a los medios de comunicación allí concentrados para destacar “el sentido de la pureza en todas sus formas, desde el capote hasta la espada” del toreo de Iván Fandiño, un matador que, según sus palabras, “salía siempre a la plaza a darlo todo y que ha dado la vida por lo que más quería, el mundo del toro”. El maestro reconoció no tener palabras para expresar el dolor por la tragedia ni “para consolar a la familia” y recordó a Fandiño como “un compañero extraordinario, uno de los grandes de los últimos diez años” con el que tuvo “el gusto y el privilegio” de coincidir en el coso en numerosas ocasiones.

Por la tarde también acudieron a la Parroquia de Santa María otro amplia representación del mundo del toreo como El Soro que definió a Fandiño como “un gran torero, un hombre leal y un buen amigo” y enumeró con orgullo los valores de una profesión que “conlleva esfuerzo, sacrificio y gran capacidad de trabajo”. El maestro Ortega Cano aseguró sentirse “muy triste” y achacó a la “la mala suerte” el fallecimiento del torero.

Juan José Padilla destacó que “el mundo del toro ha venido a Orduña a recordar a un buen hombre que ha entregado su vida por su sueño” mientras que Miguel Abellán resaltó que “ante estas circunstancias somos una gran familia, personas que optamos libremente a jugarnos la vida por una profesión a la que amamos”. El Juli también incidió en que “es un día muy duro para todos nosotros” y al funeral por Fandiño también acudieron otras figuras como José Tomás, Miguel Ángel Pérez, Victor Puerto o José Mari Manzanares.