GASTEIZ - Osakidetza lleva a cabo varios trabajos de identificación de biomarcadores para determinar de forma precisa y precoz si una persona es susceptible de padecer un melanoma y conocer cuál es el pronóstico de su enfermedad. El Departamento de Salud del Gobierno Vasco recordó ayer que el aumento progresivo de la incidencia de melanoma cutáneo durante los últimos años hace que el estudio de esta enfermedad constituya uno de los mayores desafíos científicos en la investigación del cáncer, ya que es el tumor maligno cutáneo con mayor riesgo de mortalidad.

Según se señala en el informe El cáncer en el País Vasco, las tasas de incidencia y mortalidad del melanoma cutáneo han seguido un patrón ascendente en ambos sexos entre 1986 y 2006 (años que abarca el estudio), siendo el incremento de la incidencia mayor en los hombres (5,2%) que en las mujeres (3,8%). Las tasas de mortalidad han aumentado, significativamente, en los hombres un promedio de un 2,8% anual en todo el periodo. Por el contrario, en las mujeres no se ha producido ningún cambio significativo.

Dada la gravedad del problema, las líneas de investigación desarrolladas por el Servicio Vasco de Salud se centran en el desarrollo de nuevos tratamientos contra las células tumorales y en la identificación de biomarcadores a través de muestras en sangre y tejidos que determinen, de forma precisa y lo más rápido posible, si un paciente es susceptible de tener melanoma.

Así, cuenta con equipos de investigadores en distintas organizaciones de Osakidetza que, con la colaboración de otros agentes como la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), tienen como objetivo seguir avanzando en la investigación de esta enfermedad. Los proyectos de investigación sobre esta enfermedad se desarrollan en el Instituto de Investigación Sanitaria Biocruces y el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia. En estos proyectos colaboran médicos, biólogos, químicos, físicos y matemáticos, entre otros profesionales que trabajan en la identificación de genes de susceptibilidad al melanoma cutáneo mediante análisis del genoma y de nuevos marcadores con el estudio morfológico de la lesión cutánea y de las biopsias tumorales.

Trata de identificar desde el primer momento qué pacientes van a evolucionar mal e intentar parar el avance de la enfermedad. En la búsqueda de estos marcadores, que son unas moléculas determinadas, consiguen saber a nivel celular qué alteraciones se producen dentro del tumor, una importante vía de información para próximas intervenciones terapéuticas.

Por ejemplo, si se sabe que en concreto existe abundancia de unas moléculas-proteínas que provocan que esas células tumorales aumenten, la reducción de dichas sustancias podría ser un buen método para bloquear esa actividad maligna. Ya en 2013 identificaron una serie de biomarcadores diagnóstico y pronóstico de melanoma que están en proceso de protección como patente.

Además, el grupo de Oncología Molecular de Biodonostia trabaja en identificar y evaluar biomarcadores para el diagnóstico de la enfermedad y en la búsqueda de factores de resistencia a fármacos y de nuevas medidas terapéuticas.

Analiza biopsias líquidas de pacientes de melanoma y como resultado de estos experimentos, se han identificado genes que son capaces de distinguir entre diferentes estadios de melanoma y entre individuos sanos y enfermos con elevada certeza. Estos resultados han sido validados en más de 300 muestras de pacientes. - Efe