BOGOTÁ - Rubén Trincado y Txuno Etxaniz abrieron las puertas de su nuevo proyecto gastronómico el jueves 1 de junio aprovechando la presencia del lehendakari en la capital colombiana. Estaba previsto inaugurar el Seratta en abril, pero no ha sido posible, entre otras cuestiones, por que el mobiliario y los electrodomésticos de la cocina han sido diseñados y fabricados a casi 8.200 kilómetros de distancia, en Oñati.
Seratta lleva el sello de Fagor Industrial, el mayor fabricante de maquinaria de hostelería y restauración colectiva del Estado y décimo del mundo. Es la última huella la histórica marca Fagor, el germen de la cooperativa, que queda en la Corporación Mondragon. También ha habido retraso en la llegada de la selección de casi 2.000 botellas de vino que se asociarán para formar la mayor bodega de Bogotá. La historia de Seratta Gourmand Market arranca cuando un grupo de inversores colombianos llamaron a la puerta de Trincado con un proyecto bajo el brazo. El chef aportó sus propias ideas y juntos dieron forma e hicieron acogedor unas instalaciones diáfanas que evocaban la atmósfera de una planta industrial.
El primer bocado servido en el Seratta es una declaración de intenciones de cara al futuro. Producto local con el barniz de la cocina mediterránea y guiños a Euskadi. Una ensalada de encurtidos, con pescado y marisco aliñado a modo de ceviche, fue el primer plato del menú que degustó el lehendakari y el resto de la delegación vasca. Después llegaron los trigueros y más tarde txipirones rellenos de arroz. La carne llegó en forma de taco de buey y todo terminó con dos postres. Vino chileno y una selección de panes con ingredientes tan dispares como el chocolate y el curry apuntalaron el mestizaje. - A.D.M.