La familia de Pablo Ibar, el vasco condenado a muerte en Estados Unidos en el año 2000, y la Asociación contra la pena de muerte Pablo Ibar lanzaron ayer una campaña de crowdfunding con la que esperan recaudar los 350.000 euros que necesitan para cubrir el coste de una “defensa eficaz” que defienda su inocencia. “Es su última oportunidad”, advirtieron el portavoz de la Asociación, Andrés Krakenbergen, junto al padre de Pablo, Cándido Ibar, y el presidente de la sección española de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán.
Pablo Ibar, que el 1 de abril cumplió 45 años, lleva en la cárcel desde 1994, cuando fue condenado por un triple asesinato del que él se declara inocente. En 2000 fue sentenciado a muerte, hasta que en febrero de 2016 el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena y ordenó repetir el juicio por considerar que fue condenado “con pruebas escasa y débiles”.
Sin embargo, la Fiscalía del Estado ha vuelto a pedir para él una condena a muerte y el nuevo juicio no tiene todavía fecha de celebración. Es más, en el último año solo se han debatido cuestiones previas, y solo dos de las siete mociones presentadas por la defensa: una primera para pedir su libertad provisional, que fue denegada, y una segunda para que no se admita el testimonio de un testigo, Gary Foy, que la defensa entiende que en el primer juicio estuvo “dirigido por la Policía”. El juez aún tiene que dictaminar sobre esta segunda.
Krakenbergen dio por hecho que el juicio no se celebrará este año. “Lo malo es que no hay fecha, pero seguimos todo lo fuertes que sea posible hasta que podamos”, señaló Cándido Ibar. Según relató, su hijo está fuerte y bien de salud, aunque la prisión en la que se encuentra ahora, la del Condado de Broward (Florida), tiene “más presión y más miedo”.
“Ahora tenemos buenos abogados y eso le da más ánimos”, prosiguió. Krakenbergen relató que el abogado del anterior juicio fue “ineficaz”, hasta el punto de que hubo que suspenderlo en dos ocasiones por su culpa -una por una dolencia hepática y otra porque estaba detenido por una agresión machista-. Aquel abogado tampoco presentó la pericial con la que debía intentar que no se admitiese como prueba, por no tener suficiente calidad, el vídeo de la cámara de seguridad que finalmente sirvió para inculparlo junto con el testimonio del testigo. La nueva defensa volverá a intentar que no se admita como prueba.
Para el nuevo juicio, la defensa tiene un presupuesto de 1,3 millones de dólares, de los que ya se han recaudado y enviado 748.150, un 57,55%. Además, con cargo a las ayudas de diversas instituciones públicas han conseguido 161.530 dólares, o 144.223 euros, por lo que el montante por recaudar en el crowdfunding asciende a 348.507 euros.
Para el portavoz, que la Fiscalía haya vuelto a pedir la pena capital para Ibar puede deberse a “causas estructurales”, porque los fiscales en EEUU son electos y hacen bandera de las condenas que consiguen, de manera que “es difícil que un fiscal se eche atrás”.
El pasado septiembre, la acusación presentó un nuevo examen de ADN que se basa, según la defensa, es una “mancha milimétrica” con el ADN de Ibar en una camiseta, un rastro que no se encontró en las anteriores cinco pruebas que se hicieron con esa camiseta. La Asociación de apoyo a Ibar afirma que, según los expertos, se trata en un 95% de posibilidades de una contaminación de laboratorio y, en cualquier caso, no es incriminante. - Europa Press