BARCELONA. Martínez de Salazar es el coordinador del encuentro de científicos y autoridades sanitarias de los países del Mediterráneo que se reunirán los próximos días 23 y 24 en el Cosmocaixa de Barcelona para discutir los riesgos y coordinar la investigación de la región, convocados por B·Debate, iniciativa de Biocat y la Obra Social La Caixa, y liderada por ISGlobal.

En declaraciones a Efe, Martínez ha explicado que "en España, hasta ahora, sólo hemos tenido casos importados, pero el riesgo es moderado-alto por la 'conectividad' que tenemos con Latinoamérica y el Caribe", donde el mosquito que transmite el Zika, el Dengue o el Chikunguña es endémico.

Por eso, ha pedido que, aunque desde el pasado verano los casos de Zika diagnosticados en España han bajado, "no se baje la guardia" y continúe la vigilancia de las personas que viajan a los países latinoamericanos, caribeños y del sudeste asiático.

"No sabemos qué tendencia tendrá este año el Zika, sabemos que han disminuido el número de casos, y veremos qué pasa con la primera ola epidémica, pero la estimación es que el brote dure al menos dos o tres años en los países de origen", ha señalado el experto de ISGlobal, que también ocupó cargos de responsabilidad en la Agencia de Salud Pública del Caribe durante la crisis del Chikunguña y Zika.

Martínez ha indicado que, sin embargo, "los arbovirus (conjunto de virus transmitidos por artrópodos) en general no descienden, y seguro que vamos a tener casos de Dengue y Chikunguña".

"Aquí no hay transmisión autóctona, pero sí se han dado ya casos autóctonos en Madeira y en el sur Francia e Italia", ha advertido el experto, que ha recordado que en España se dieron el año pasado más de 300 casos confirmados de Zika y otros 100 probables.

Martínez de Salazar ha asegurado que España tiene un "buen sistema sanitario" capaz de afrontar una epidemia de arbovirus, aunque ha reconocido que se podría "mejorar la comunicación entre las instituciones de salud pública".

Para eso, las autoridades sanitarias de varios países se reunirán la próxima semana en Barcelona para compartir los programas de investigación en arbovirus y "aumentar la colaboración, la comunicación y la sinergia".

"Aunque no podemos predecir la evolución de las enfermedades emergentes porque son producto de muchos factores: globalización, interconectividad, sociedad compleja..., tenemos un reto difícil porque hemos de abordar los arbovirus, desde la epidemiología, las ciencias sociales, urbanismo o los transportes. Hay que hacer una aproximación integral muy compleja", ha dicho.

"En España tenemos una situación bastante sensible, hemos de estar preparados, porque tenemos una urbanización muy alta, gente que se mueve... pero también un sistema de salud muy fuerte, con especialistas por todo el territorio", ha descrito.

Según Martínez, "donde más podemos trabajar es en la comunicación y colaboración tanto a nivel nacional como internacional, y, aunque somos susceptibles a estas epidemias, tenemos capacidades".

El experto ha recomendado que antes de iniciar un viaje al extranjero, los ciudadanos se informen y visiten a los profesionales de salud, especialmente si se trata de embarazadas, el grupo de mayor riesgo, o parejas que quieren tener hijos.

Según la OMS, las enfermedades trasmitidas por mosquitos ya representan más del 17 % de todas las enfermedades infecciosas.

Según la Agencia de Salud Pública de Cataluña, desde el pasado mes de enero se han confirmado 7 casos importados de Zika en Cataluña, donde en el último año y medio se han registrado 152 casos: 49 hombres y 103 mujeres, de las cuales 32 estaban embarazadas, con un sólo caso en el que bebé nació, en julio del año pasado, con microcefalia a consecuencia del virus Zika.

En la misma situación de amenaza virológica por mosquitos se encuentran países zona del Mediterráneo como Francia, Italia, Grecia, Turquía, Egipto y Líbano.

Martínez ha indicado que además de las consecuencias sobre la salud, la llegada del virus del Zika también supondría prejuicios socioeconómicos para el turismo internacional y productividad, o el gasto de los sistemas de salud y bienestar social asociados a la microcefalia y otros defectos neurológicos.

En América Latina y el Caribe este virus ha costado entre 7.000 y 18.000 millones de euros en el período 2015-2017, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, elaborado con la colaboración del ISGlobal.

"Los virus no conocen de fronteras", ha concluido Pablo Martínez de Salazar, que ha recordado que este mes y hasta octubre "estamos en temporada alta de mosquitos".