madrid - El ciudadano catalán Artur Segarra fue condenado a pena de muerte por un tribunal tailandés por el asesinato en enero de 2016 de su compatriota David Bernat. Segarra fue sentenciado ayer por haber secuestrado y torturado a Bernat durante diez días en enero de 2016 antes de asesinarle y descuartizar su cadáver, según informó el diario tailandés The Nation. La Policía y los fiscales no presentaron en el juicio ningún testigo que corroborara la implicación de Segarra en el crimen. Los fragmentos del cuerpo de Bernat fueron encontrados por las autoridades flotando en el río Chao Phraya.

Segarra compareció ante el tribunal penal de Ratchadapisek, en Bangkok y, a su entrada en la vista, sonreía mientras mostraba en la mano una cita del Evangelio de San Lucas que decía textualmente “Señor, perdónales porque no saben lo que hacen”.

Segarra llevaba detenido en una prisión de Bangkok desde febrero de 2016, tras haber sido arrestado en la provincia Sihanoukville, en Camboya, y extraditado a Tailandia. Según los fiscales, Segarra administró un cóctel de drogas a Bernat y le obligó a que le revelara el número PIN de su tarjeta de crédito, robándole unos 700.000 bahts (más de 19.000 euros).

Durante los diez días en que le tuvo secuestrado, Segarra torturó a Bernat y acabó con su vida asfixiándole con una bolsa de plástico y con cinta de embalaje. Tras quitarle la vida, desmembró el cadáver y lanzó al río Chao Phraya los fragmentos del cuerpo.

fallo del juez El tribunal dictaminó que las grabaciones de las cámaras de seguridad y el relato de una empleada de la limpieza del edificio de Segarra eran pruebas suficientes para declararle culpable. Además, los investigadores encontraron las huellas digitales de Segarra en una sierra eléctrica que tenía restos de sangre que correspondían con la de Bernat.

Segarra fue condenado también por falsificación de documentos para transferirse a sus cuentas más de 19.000 euros de una cuenta de Bernat. A la lectura del veredicto este viernes asistieron una amiga de Segarra, un cura católico y periodistas de medios españoles.

Después de que se hallaran los fragmentos del cadáver, Segarra fue detenido el 7 de febrero en Camboya, desde donde fue extraditado a Tailandia un día después. Segarra mantiene que es inocente y rechaza los trece cargos por los que ha sido condenado, que incluyen el asesinato premeditado, secuestro, tortura, robo y ocultación de un cadáver. Segarra, natural de Terrasa, fue condenado a la pena capital aunque desde el año 2009 Tailandia no ejecuta a ningún reo condenado a muerte, que en la práctica cumplen cadena perpetua.

puede pedir ayuda a exteriores El ‘descuartizador de Bangkok’, el ciudadano español Artur Segarra condenado a muerte en Tailandia por haber torturado y asesinado a un compatriota, tiene derecho a solicitar una ayuda pública del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para pagar un abogado privado que intente librarle de la pena capital.

Las bases de la convocatoria, que se modificaron en 2013 a través de una orden ministerial, permiten a Segarra directamente, o a alguien en su nombre, solicitar la subvención.

Desde 2009 el Ministerio de Exteriores concede una subvención anual destinada a asistir a aquellos españoles presos en el extranjero que afronten condenas a la pena de muerte. En realidad se trata de una ayuda creada ad hoc para el caso de Pablo Ibar, el español que desde el año 2000 permanecía en el corredor de la muerte en EEUU y que ha conseguido que se repita su juicio.

La condena es susceptible de ser recurrida, primero ante el Tribunal de Apelaciones y posteriormente ante el Supremo. En caso de que se confirmara, también le quedaría la opción de solicitar clemencia a la Casa Real para que le conmutaran el castigo a muerte por una pena de cárcel. -Efe