estella-Lizarra - La vigésima edición de la Korrika entró ayer en Navarra por la comarca de Tierra Estella, en concreto por la localidad de Zúñiga. Sobre las 6.30 horas un grupo de alrededor de 50 personas esperaba la llegada del testigo procedente de Kampezo, que fue recogido por una representación de 15 vecinos de Zurucuáin. A pesar de la hora temprana, el ambiente fue muy alegre y festivo entre los participantes, que se dispusieron en grupos o de forma individual a lo largo de la carretera que comunica Estella-Lizarra con Gasteiz, para unirse a la comitiva. Por ejemplo, Carol Irigoyen, de Artabia y alumna de AEK, esperaba la llegada del testigo desde las 8.30 horas en las inmediaciones de Zubielqui. Su participación estuvo motivada por “la necesidad de normalizar la lengua y el interés en vivir en euskera en algún momento”.

Para entonces, el testigo ya había recorrido localidades como Acedo, Ancín o Murieta, pasando de mano en mano por representantes de un amplio y heterogéneo abanico de colectivos, comercios, empresas e instituciones de Estella-Lizarra y de localidades próximas, pero también de ciudadanos particulares que compraron kilómetros de la Korrika. Este fue el caso de Rakel Legarda, vecina de Baquedano, que recorrió su kilómetro acompañada de sus hijos Haizea y Andoni.

A su llegada a Zubielqui, a 5 kilómetros de Estella-Lizarra, la caravana de la carrera ya era muy numerosa. Allí esperaban varios participantes que cumplimentaron el kilómetro 180 y se encaminaron hacia la Ciudad del Ega. A la entrada en Estella-Lizarra por la zona del hospital, la comitiva ya se transformó en una carrera masiva participada por todo tipo de gente que corría a pie o en bici cantando, riendo y gritando el conocido tipi-tapa. El recorrido por las calles de Lizarra fue muy emocionante por la participación de miles de personas por las calles y aceras. Al cruzar el puente de San Juan, se sumó la comunidad escolar del Modelo D del Colegio Público Remontival, representada por padres, alumnos y profesores. Al llegar a Lizarra Ikastola, donde recogieron el testigo varios alumnos, ya eran miles de personas atravesando la ciudad por el euskera.

Tras dejar Lizarra, la Korrika se dirigió hacia Puente la Reina atravesando Villatuerta, Lorca, y Mañeru, donde sobre las 11.30 horas descargó una pequeña tormenta de agua que no tuvo consecuencias en el desarrollo de la comitiva. El resto de la jornada transcurrió en la misma tónica festiva y masiva por Mendigorría, Artaxoa y Larraga. La Korrika volvió a Tierra Estella atravesando Lerín, Cárcar o Lodosa y localidades de la Ribera Alta. Tras una intensa jornada, el segundo día finalizó en Cadreita sobre las 23.30 horas de la noche.

Recorrido.

Castejón (0.20h.), Cintruénigo (1. 57 h.) Tutera (3.48 h.) Arguedas (5.28 h.) Valtierra (5.47 h.) Villafranca (7.25 h.) Caparroso (9.11 h.) Olite (11.23 h.) Tafalla (12.02 h.) Eslava (14.55 h.) Aibar (15.58 h.) Sangüesa (16.54 h.) Lumbier (18. 38 h.). Domeñu (19.28 h.) Navascués (21.15 h.) Burgui (22.44 h.) y Roncal (23.53 h.)

Participantes. La participación de la Korrika se caracteriza por su carácter plural y ser una representación transversal de la sociedad, con presencia de empresas, asociaciones, instituciones públicas, colegios, ikastolas, fundaciones, comercios, trabajadores o ciudadanos particulares.