vitoria - Ha sido profesora, ha estado Inspección Educativa, en berri-tzegunes, ha presidido el Consejo Escolar de Euskadi y ahora es viceconsejera de Educación. ¿Qué nota le pondría al sistema en la transmisión del valor de la igualdad?

-Por lo menos le pondría un notable. Creo que el sistema educativo vasco desde hace años está preocupado por fomentar la igualdad entre los niños y las niñas y que es una área de trabajo en la que están implicados los centros, el profesorado y todos los servicios satélite que atienden a los centros, como los berritzegunes y la propia inspección. Lo positivo es que se han concretado muchas acciones en los planes de coeducación de los centros, porque una cosa es predicar teoría y otra dar unas pautas para que se tengan en cuenta ciertos mensajes.

El Plan de Igualdad y Coeducación va a suponer un antes y un después o se necesitan más acciones, una vez se evalúe su eficacia.

-Tenemos una gran diversidad de centros y lo importante es cada cual, en base a su autonomía, contextualice la herramienta del Plan Director de Coeducación y Prevención de la Violencia de Género que ha puesto a su disposición el Departamento a su propia realidad y necesidades, a su trayectoria, al alumnado que acoge, al barrio o sus asociaciones.

¿La escuela sola puede construir una sociedad libre de violencia machista y desigualdad?

-Rotundamente no. La escuela sola no puede terminar con nada. La educación en igualdad es compleja porque requiere de la ayuda, la colaboración y la coordinación con otros agentes de la comunidad educativa y de la sociedad. Y ahí debemos hacer una labor muy importante para que los mensajes lleguen de forma ordenados y con cierta coherencia a los centros escolares porque si no cansamos al profesorado.

¿Habría que incidir de alguna manera en la formación del profesorado y las familias para impedir la trasmisión, seguramente inconsciente, de los roles que están dificultando el acceso de las chicas a estudios masculinizados y que por lo general son los mejores pagados?

-Se está trabajando, pero sí puede que los chicos y chicas elijan de forma insconsciente un determinado Grado por su tradición femenina o masculina y hay otra brecha importante que es la elección de la vía de la FP. Lo cierto es que se abordan este tipo de cuestiones a través de los orientadores y orientadoras de los institutos, pero creo que en esta cuestión la familia repercute de una manera clarísima.

Dentro del Plan de Coeducación se contemplaba revisar los libros de texto y dar un sello de calidad a aquellos que incorporen una visión de género y visibilicen la contribución de las mujeres a lo largo de la historia. ¿Ya han hecho algo?

-Me consta que en algunos centros y en algunos berritzegunes se han creado grupos de trabajo que se han dedicado a hacer un análisis de los materiales curriculares porque es evidente que hay cosas notorias de un tratamiento inadecuado de este aspecto, como algunas imágenes en los textos, o perfiles muy asociados a una determinada manera de comportarse diferenciada entre chicos y chicas.

Por poner una nota, espero que positiva a esto, ¿cree que los niños y niñas acabarán siendo más igualitarios que nuestra generación?

-Creo que sí rotundamente. Estamos interviniendo en la escuela, en la formación de las familias a través de las AMPAS y los medios de comunicación también estais interviniendo de una manera muy importante. Yo que sí que he pisado muchos patios y recreos he percibido algunos episodios en los que los niños y las niñas se han llamado la atención por una actitud inadecuada que antes hubiera sido impensable. Y es un granito de arena que te hace sentir un poquito más satisfecha y ver que la educación tiene su incidencia.