Getxo - La desaparición de Naroa R., tras una noche de angustiosa búsqueda, concluyó con el peor de los resultados. El cuerpo sin vida de la menor de 14 años fue encontrado en Punta Galea, en Getxo, alrededor de las 9.30 horas de ayer. Un helicóptero de la Ertzaintza rescató de una zona de rocas el cadáver de esta vecina de Algorta, que estudiaba en la ikastola San Nikolas y que jugaba en el club de hockey del municipio. La movilización, sobre todo a través de las redes sociales, para tratar de localizarla durante la noche de carnavales en el barrio algorteño, fue mayúscula. El golpe, tras el desenlace, tremendo.

La Ertzaintza investiga ya todas las cuestiones que rodean la muerte de Naroa -plagadas de suposiciones que emergen desde Internet- aunque será la autopsia la que determinará la causa del fallecimiento. El cuerpo, que en los primeros exámenes realizados no presentaba signos de violencia, fue hallado a primera hora de la mañana de ayer en un lugar rocoso de La Galea, cerca del mar. El helicóptero de la Ertzaintza trasladó el cadáver al aparcamiento colindante del fuerte y tras las comprobaciones pertinentes, ya sobre el mediodía, se confirmó que se trataba de Naroa. Apenas doce horas antes, su familia había denunciado la desaparición de la menor. Ahí comenzaron a correr horas de gran incertidumbre y desesperación.

En cuanto sus padres dieron la voz de alarma, se puso en marcha el operativo policial de búsqueda. Mientras tanto, Internet estalló en mensajes que solicitaban ayuda para encontrarla. Su foto y sus datos empezaron a circular por los móviles a partir de la 1.05 de la noche: “Desaparecida en Algorta. Tiene 14 años, llevaba un forro tipo Quechua color blanco roto. Por favor, si alguien sabe algo de ella que se ponga en contacto con la Ertzaintza de Getxo”, fue el grito de auxilio por escrito que discurrió on line. Partió de sus amigos y se multiplicó. La preocupación invadió entonces, de manera especial, a los getxotarras. Muchos de ellos se encontraban disfrutando de los carnavales de Algorta, como lo hizo la propia Naroa durante la tarde del sábado, hasta que se le perdió el rastro. La última pista que se tiene de ella, al parecer, la sitúa a las 21.45 horas en el metro de Bidezabal. Allí se despidió de sus amigas. Allí se abre un camino de interrogantes.

La Ertzaintza inició las labores de búsqueda en cuanto la familia avisó de que la niña no había llegado a casa y de que no podía contactar con ella. Las tareas se iniciaron por tierra y después, cuando las condiciones de luz lo permitieron y dado que aún no se había conseguido dar con la desaparecida, el operativo se amplió por aire, con un helicóptero, y también por mar, con el respaldo de Cruz Roja y Salvamento Marítimo. Hacia las 9.30 horas, se avistó un cuerpo cerca del mar, en el acantilado de Punta Galea. Las sospechas ya apuntaban a que podía ser la menor desaparecida, circunstancia que se constató después.

El suceso convulsionó Getxo. Las redes sociales, de nuevo, empezaron a llenarse de comentarios relacionados con este fallecimiento. Fueron muchos los mensajes, las supuestas conversaciones de la propia niña con una amiga, las elucubraciones... que proliferaron por la aplicación WhatsApp. Todo ello será analizado por la Ertzaintza, en concreto, por el área de la Policía científica. Así, se comprobarán la veracidad de esas comunicaciones, se llevarán a cabo indagaciones en las cuentas en las redes sociales de Naroa, se visionarán las cámaras del metro para corroborar que estuvo en la estación de Bidezabal y descubrir si cogió el transporte... además de los habituales pasos de investigación que también se centrarán en el entorno, en la ikastola San Nikolas y en el club Hockey Stick Getxo. El equipo ayer ya puso de luto la imagen de su escudo en su foto de perfil de Facebook.

De momento, la Ertzaintza ha confirmado que el cuerpo de la menor no presentaba indicios de criminalidad. Fuentes consultadas por este periódico aseguran, por otro lado, que la niña dejó una carta a una amiga con la petición de que la leyera si el lunes no asistía a clase. En ese texto, al parecer, podría reflejar que no era feliz. Por lo tanto, la hipótesis de que Naroa pudiera sufrir acoso es una de las líneas que tiene en cuenta la Policía en este caso que conmociona tantos corazones.

De hecho, la mañana fue muy dura en la localidad que aún tenía previstas actividades de Carnaval. Todas ellas fueron canceladas por parte de Algortako Jai Batzordea. “Algorta se ha despertado con una triste noticia. Este suceso es un duro golpe para la familia y para todo el pueblo. Por ello, quedan suspendidos todos los actos programados para hoy. Además, queremos dar nuestras condolencias a la familia y amigos, y que en estos duros momentos sientan todo el apoyo de la comisión de fiestas y de los vecinos de Algorta”, expusieron los organizadores de los carnavales.

La tristeza se apoderó de los vecinos y también surgieron dosis de miedo. La Policía Municipal de Getxo recibió, en la mañana de ayer, numerosas llamadas de inquietud porque algunas jóvenes no habían llegado aún a sus domicilios. Incluso, se emprendieron dos investigaciones. No hubo que lamentar más casos de desaparecidos.

Habrá que esperar para conocer qué le ocurrió a Naroa, porque, por ejemplo, los análisis de sus redes sociales y las investigaciones paralelas que pudieran activarse, se prolongarán en el tiempo. Mucho menos se tardará en saber los resultados de la autopsia, puesto que en 24 horas podría efectuarse ya el examen al cuerpo de la niña de solo 14 años.