Pamplona - La Ley del Vascuence camina hacia su tercera modificación parcial de sus 30 años de historia. Los cuatro partidos que sostienen el Gobierno y que cuentan con mayoría parlamentaria (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E) han suscrito -a iniciativa del primer grupo- una proposición de ley de artículo único para actualizar el texto legal y dar cabida a la demanda de al menos una docena de pueblos de Tierra Estella, Valdizarbe o Zona Media que han solicitado formalmente pasar de la actual “zona no vascófona” a la llamada “zona mixta”, espacio al que también tiene la puerta abierta Noain, fruto de la anterior modificación parcial en la misma línea que data de 2010. La proposición de ley iniciará en breve su trámite parlamentario que puede extenderse durante dos meses, lo que puede dar pie a posibles nuevas incorporaciones a este listado nominal que se recoge en el artículo 5.1 de la actual Ley Foral aprobada en 1986.
El Parlamento, o al menos estos cuatro grupos parlamentarios, han movido ficha al recibirse en la Cámara (también en Euskarabidea) una docena de peticiones formales de otros tantos municipios que han venido aprobando en sus correspondientes plenos una moción en este sentido. Hasta el momento se han sumado a esta iniciativa Amescoa Baja, Artazu, Ancín, Abaigar, Aibar-Oibar, Cabreda, Cirauqui, Mendigorria, Murieta, Mirafuentes, Villatuerta y Zúñiga. Estas localidades estaban situadas, en la repartición que se hizo en 1986, en lo que los redactores de la norma foral calificaron de zona “no vascófona”, porque la lengua tenía menos arraigo que en la zona norte aunque entre medio se creo la llamada “zona mixta” (con el importante núcleo de Pamplona) que a la postre ha resultado decisiva, pese a las involuciones de UPN vía decretos. Cada zona confiere unos derechos a la ciudadanía -y unas obligaciones a la Administración- en diferentes materias como educación, rotulación, comunicaciones... Los cambios sociolingüísticos están llevando a que esta zonificación -incluso desde el punto de vista conceptual- esté siendo superada por la evolución natural de la población que se expresa en este caso desde la autonomía municipal. Los responsables políticos se están haciendo eco de la misma, y aunque no se da un consenso para cambiar de raíz la propia ley, sí hay mayoría para adaptarla en su texto o en su desarrollo normativo.