Bilbao - Mikel Zuloaga y Begoña Huarte quedaron ayer en libertad bajo fianza. Acusados de favorecer la inmigración ilegal y de imprudencia grave para la integridad de los refugiados, los activistas vascos detenidos en Grecia la noche del martes deberán pagar 2.000 euros en un plazo de 12 días, momento en el cual podrán abandonar el país heleno. “Esta vez no ha salido pero lo volveremos a hacer. Ahora saldremos de foco, porque lo importante son los refugiados”, manifestaron Zuloaga y Huarte en declaraciones a Telesur.
Se desconoce, por el memento, la fecha en la que se celebrará el juicio, en el que deberán afrontar las acusaciones de favorecimiento de la inmigración ilegal e imprudencia grave, al llevar a los refugiados escondidos en un espacio muy reducido de la autocaravana. Sobre esta cuestión, la defensa de los activistas ha explicado que los ocho solicitantes de asilo solo iban a ocupar ese habitáculo para cruzar la frontera; el resto del viaje lo harían como pasajeros del vehículo. Además de la declaración de Zuloaga y Huarte, la jueza de Igumenitsa escuchó el testimonio de Rahin, un refugiado afgano que viajaba el pasado martes en la autocaravana, que quiso comparecer en calidad de testigo. “He explicado que el lugar donde íbamos tenía buena ventilación y me sentía muy seguro”, sostuvo Rahin en los pasillos del juzgado.
La Plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak mostró su “profunda alegría” por la puesta en libertad de los activistas, sin embargo, denunció “las graves acusaciones que se han presentado por una acción de un carácter radicalmente humanitario y político”, así como la imposición de la fianza. “Mostramos nuestro compromiso de seguir impulsando acciones de solidaridad y desobediencia civil a favor de las personas migrantes y refugiadas y en contra de las políticas de barbarie que alientan la Unión Europea y sus gobiernos”, señaló la plataforma en una nota de prensa.
Ongi Etorri Errefuxiatuak consideró una “hipocresía” la detención y acusación de los dos activistas vascos por parte de unas autoridades, las europeas, que tratan injustamente a los migrantes y solicitantes de asilo. “Las propias personas refugiadas saben perfectamente qué es lo que pone en peligro sus vidas: la pobreza, los conflictos ambientales y las guerras de las que escapan, así como las restricciones a su movimiento a través de legislaciones migratorias injustas e inhumanas. Mientras se preparaba en tierras griegas la acción por la que Bego y Mikel son acusadas, ACNUR hacía pública la noticia de que solo el martes 22 de diciembre más de 100 personas murieron tratando de cruzar el Mediterráneo, siendo ya más de 5.000 las fallecidas en su intento de llegar a Europa en 2016”, denunció.
Concentración Mientras, varios cientos de personas se concentraron ayer en Bilbao en apoyo a los dos activistas, así como para denunciar el mantenimiento de las acusaciones por imprudencia grave y favorecimiento de la inmigración ilegal. Durante el acto, representantes de Ongi Etorri Errefuxiatuak explicaron que han podido hablar con Mikel Zuloaga, quien les ha transmitido que se encuentran “muy bien”. “Nos ha pedido que no pongamos el foco en ellos dos, sino en la causa, en la denuncia por la política inhumana de los Estados”, destacaron, para añadir que los dos activistas “vendrán pronto”.