TENERIFE. Un equipo de biólogos ha descubierto en Tenerife una nueva familia de babosas marinas que han bautizado como Quijote cervantesi, pues uno de los ejemplares fue recolectado el 23 de abril de este año, un día después del 400 aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes.

Este singular animal, de apenas un centímetro, vive escondido durante el día entre los sedimentos de los céspedes algales y se muestra ocasionalmente durante la oscuridad de la noche, relata a EFE Leopoldo Moro, del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias.

Precisamente este biólogo había observado por primera vez un ejemplar de esta nueva familia de babosas marinas en 1994 pero han tenido que pasar 22 años, hasta el 23 de abril de 2016, para poder recolectar otro en la localidad costera de la Punta del Hidalgo, en el municipio tinerfeño de La Laguna.

Aunque aún se desconocen muchas facetas de su biología, se ha constatado que ante una amenaza la babosa marina Quijote cervantesi infla el pie y adquiere una forma esférica que permite que le arrastren las corrientes, lo que facilita su huida.

Además de Leopoldo Moro la nueva familia de babosas marinas ha sido descrita por el biólogo de la Universidad de Oviedo Jesús Ortea y por el investigador Juan José Bacallado, exdirector del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.

Los científicos, señala Moro, han dedicado este "sorprendente y original homenaje" a Cervantes con el hallazgo de esta nueva familia -Quijotidae- de babosas marinas.

Este equipo de investigadores, que ya dedicó una especie nueva a la Agencia Efe con motivo de su 70 aniversario, describe el hallazgo "como un verdadero regalo de la Naturaleza que quiso premiar una labor continuada de inventario del medio marino canario".

Los biólogos han estudiado la fauna marina del archipiélago "de forma regular y continua" durante más de 30 años y han llevado el conocimiento de apenas una docena de especies en 1980, hasta las 275 de la actualidad.

Al respecto, Leopoldo Moro explica que el archipiélago canario es una de las regiones de la Tierra donde la fauna marina "es más y mejor conocida" y en la que han descubierto hasta la fecha 90 especies nuevas de moluscos marinos, 69 de ellas babosas y el resto caracoles.

Precisamente Leopoldo Moro y Jesús Ortea son dos de los investigadores que además forman parte de un equipo hispano-cubano que, desde 2006, realiza el inventario de los moluscos marinos en la península de Guanahacabibes, en Cuba, uno de los lugares más afectados por los ciclones.

Durante este estudio se han registrado 775 especies diferentes de moluscos marinos, casi el 50 por ciento de todas las que viven en Cuba, lo que confirma la importancia de esta región geográfica "como un punto caliente de la diversidad marina", afirma Leopoldo Moro.

En su labor de prospección de la fauna marina el biólogo del Servicio de Biodiversidad del Gobierno canario ha participado en más de 60 campañas científicas que incluyen las islas de Cabo Verde, Salvajes, Madeira y Azores, así como a la costa africana, Mediterráneo, Caribe y golfo de México.

Sus estudios se centran principalmente en el inventario taxonómico de las babosas marinas, aunque también ha realizado diversas aportaciones al conocimiento de los moluscos marginélidos, crustáceos, cnidarios, ctenóforos, anélidos y platelmintos, entre otros grupos faunísticos.

Su labor queda recogida en la publicación de un centenar de trabajos científicos, diversas obras de carácter divulgativo y por ser autor de la descripción de más de 90 nuevas especies de moluscos, y como biólogo en el Servicio de Biodiversidad trabaja en tareas de conservación de la vida marina del archipiélago.