gasteiz - En Euskadi hay actualmente 465.174 personas de más de 65 años, que representan el 21,4% de la población vasca. Casi 74.000 superan los 85 años y hay 576 personas centenarias. Estos datos, aportados ayer por el Eustat, evidencian que en los últimos diez años ha habido un importante incremento del peso relativo de las personas mayores sobre el conjunto de habitantes. Una tendencia que no es una novedad en una sociedad con una tasa de envejecimiento superior a la media estatal y que se prepara para un futuro con más presencia y protagonismo de las personas mayores.
En diez años -de 2006 a 2016- la proporción de población de 65 y más años ha subido 3 puntos porcentuales y el porcentaje de las personas de 85 y más años han pasado de suponer el 2% en 2006 al 3,4% este año.
Emilio Sola, director de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, indica que “la confluencia de una creciente esperanza de vida y una de las tasas de natalidad más bajas de Occidente hace que la población vasca vaya envejeciendo de manera progresiva, pero debe quedar claro que el envejecimiento es un reto pero, sobre todo, una oportunidad y hay que hacer esa lectura positiva”. Añade que es necesario “hacer una adaptación conjunta de las instituciones y la sociedad para afrontar ese reto en las mejores condiciones, fomentar un envejecimiento activo y saludable y evitar estereotipos en relación con los mayores”. “Eso que llamamos el edadismo no tiene sentido”, afirma Sola. En este sentido avanzan proyectos del Gobierno Vasco como la Estrategia vasca de Envejecimiento activo 2015-2020 y Gobernantza +65 o la iniciativa Euskadi Lagunkoia, que ya forma la red “más grande a nivel mundial en relación a la población y sigue sumando ayuntamientos”.
Nuevas formas Los datos del Eustat revelan que en la proporción de mayores de 65 años hay grandes diferencias por localidades y hay 88 municipios vascos que superan el porcentaje medio del 21,4%, mientras que en 163 la tasa es igual o inferior. Son las grandes poblaciones, como Bilbao, Donostia y Barakaldo, las que cuentan con un número de mayores más elevado, mientras que la menor proporción de personas de más de 65 o la reducción del porcentaje se está registrando en municipios pequeños.
Ante el proceso de envejecimiento que vive la sociedad vasca Emilio Sola explica que “aunque estamos hablando de un colectivo muy heterogéneo, vemos que las personas mayores actuales y del futuro son muy distintas a las de generaciones pasadas”. “Los mayores ahora -dice- son más conscientes de que son titulares de derechos, se sienten más reividicativos, se implican más en actividades productivas, tienen mayor nivel de vida, mayor nivel cultural, tienen un gran deseo de aprender y también tienen mayor concienciación para adquirir hábitos saludables que les permitan envejecer de forma activa y con calidad de vida”.
Según el director de Servicios Sociales, estos cambios obligan a tener “una nueva visión del envejecimiento” que tenga en cuenta que “llegar a edades cada vez más avanzadas es un logro personal, social y científico, es un proceso natural y deseable y es multidimensional porque afecta a todos los ámbitos: la educación, el empleo, la sanidad, el urbanismo... y, por tanto, es una oportunidad de desarrollo económico y social para Euskadi”. Emilio Sola apunta que ya se está hablando de silver economy para referirse a la economía generada alrededor de los mayores y a su capacidad adquisitiva.
Atención especializada En cuanto a las repercusiones que el envejecimiento está teniendo en el sistema sociosanitario vasco, Iñaki Artaza, presidente de Zahartzaroa, Sociedad vasca de Geriatría y Gerontología, destaca que normalmente “a la vejez se llega con muchas enfermedades crónicas mientras que el sistema hospitalario está preparado, sobre todo y fundamentalmente, para atender a pacientes agudos”. Así, en su opinión, “hacen falta estructuras intermedias para devolver a sus domicilios a personas que tienen ciertas circunstancias que les invalidan temporalmente, hay que desarrollar una estructura de atención especializada en el domicilio a personas mayores y también nos falta la especialidad de Geriatría en la cartera de servicios de Osakidetza”. Sobre este punto Iñaki Artaza recuerda que “es una reivindicación que llevamos haciendo desde hace muchos años y lo hacemos porque pensamos que es bueno para la sociedad vasca, porque a la hora de valorar a una persona mayor hay que hacer un abordaje integral en el que prime la funcionalidad”.
“El hecho de ir hacia una sociedad cada vez más envejecida significa que cada vez habrá más personas en esa situación que las autoridades sanitarias de todos los países han determinado en llamar paciente pluripatológico, que necesita cuidados complejos. Ese paciente generalmente es una persona mayor y su atención no hay que abordarla desde el punto de vista de la enfermedad sino de las repercusiones que la enfermedad tiene sobre su capacidad para vivir de manera independiente”, explica Iñaki Artaza.
El presidente de Zahartzaroa reconoce que en los últimos años Euskadi “ha avanzado bastante en el desarrollo de un espacio sociosanitario que antes parecía virtual y ya cuenta con unidades residencial, pero aún faltan estructuras intermedias, unidades de recuperación funcional y de atención a domicilio”.
Descenso. En 2016 la población de Euskadi 2016 se cifra en 2.171.886 personas, representando las mujeres el 51,4% del total. Respecto a 2015, la población vasca pierde 1.324 personas y acumula un descenso de 9.704 personas respecto a 2012, año del máximo histórico.
Mayores. Euskadi, con el 21,4%, supera la proporción de población de 65 y más años que se da en el Estado español (18,6%). Si se compara con Europa, sólo Italia supera la proporción vasca. Respecto a hace 10 años la proporción ha subido en 3 puntos porcentuales.
Disparidad. Entre los municipios hay bastante disparidad en el porcentaje de personas con 65 y más años, ya que va del 9,9% de Irura al 40,3% de Harana/Valle de Arana. Hay tres municipios con un porcentaje igual o inferior al 10%: Irura,Alegría-Dulantzi y Larraul.
Proporción. En la CAV se da una relación de 1,4 personas de 65 y más años por cada menor de 16, superando el ratio del conjunto de España, que es de 1,2.
Municipios. Los municipios que superan esta relación son 81, con casos extremos como Lagrán, con una relación de 9,7 a 1; Valle de Arana tiene una relación de 6,1 a 1; Moreda de Álava y Añana tienen más de 5 personas mayores por cada menor de 16.
576
De 308 personas con 100 años o más en 2006 se ha pasado a 576 centenarios diez años después, lo que supone que este segmento de población ha registrado un incremento del 87%.