Bilbao - ¿Que método anticonceptivo es el más utilizado?
-El más habitual es el preservativo. Pero se usa mal porque somos uno de los países con mayor tasa de infecciones de transmisión sexual. Además, según la OMS, el preservativo es uno de los métodos menos efectivos. Ni se usa bien, ni se usa sistemáticamente desde el inicio de la relación sexual. Eso significa que la población confía en un método cuya efectividad es baja.
¿Serían mejores otros métodos?
-Sí, pero no se usan. Más efectiva es, por ejemplo, la contracepción hormonal combinada. Pero no se utiliza, quizá por miedo. O porque falta una generación intermedia, madres que expliquen a las hijas que su experiencia con las hormonas no ha sido tan mala. También se pueden utilizar otros métodos más a largo plazo y más efectivos como el DIU pero aquí se piensa que es solo para cuando ya has dado a luz. En definitiva, siguen existiendo un montón de mitos que tampoco se aclaran en las consultas. Y no llegamos a una información categórica que nos haga despejar todas las dudas.
Hablando de mitos, un estudio confirma que muchas jóvenes todavía creen que no pueden quedarse embarazadas mientras menstrúan o que las duchas vaginales después del sexo previenen el embarazo.
-Sí, hay muchas jóvenes cargadas de viejos mitos como que si tienen relaciones sexuales de pie tampoco pueden quedarse embarazadas. Antes, en las familias se creía que había que contar cosas sobre el sexo a los hijos porque no iban a poder acceder a esa información. Ahora han cambiado tanto las cosas que creen que la gente joven tiene acceso a mucha información y ya las familias no se la dan. Pero esa información, o no se recibe bien, o no es interpretada correctamente. Por eso existen un montón de lagunas.
Recientemente ha participado en Bilbao en una jornada dirigida a mujeres entre 18 y 35 años para aconsejarles sobre contracepción.
-Sí, fue muy satisfactorio. Porque nosotros estamos muy en los atriles, vamos a los congresos y tenemos contacto en la gente en nuestras consultas. Pero allí se creó un ambiente muy distendido con muchas intervenciones. Habíamos reunido en una caja todos los métodos anticonceptivos que existen y había un montón de cosas que no conocían. Vinieron varios grupos y empezaron a preguntar un montón de dudas que ellas tienen de las que el especialista no es consciente.
¿Cómo cuáles?
-Pues cosas como si he usado un anticonceptivo hormonal y no ovulo, eso quiere decir que voy a llegar mucho más tarde a la menopausia o que no me llegará nunca. O cosas como si yo no tengo la regla porque uso un método continuo, donde va esa sangre si no se menstrúa etc...
¿Los anticonceptivos hormonales siguen provocando rechazo?
-Es que tienen miedo a tomar algo hormonal exógeno porque tiene mala prensa. Cuestionan a ver si están modificando sus cuerpos con una hormona exterior, preguntan a ver si engordarán... Yo les digo que sus beneficios son mucho mayores que sus potenciales riesgos, que no pasa nada, que se siguen gastando los mismo folículos a nivel ovárico. También que la menopausia te llegará en el momento en que te debe llegar. Y les explico que los métodos hormonales protegen del cáncer de ovario, de endometrio, del de colon... pero ellas siguen con miedo.
Parece que hay mucha desinformación a pesar de que la edad de inicio de las relaciones sexuales de las jóvenes se sitúa en los 16 años. Tres años antes que sus madres.
-Hay mucho desconocimiento. El inicio más temprano en las relaciones sexuales es porque ha habido un cambio social. Pero eso no tiene nada que ver con que la gente se informe o no, sino con el cambio de conductas. La vida va cambiando y la gente necesita un consejo contraceptivo distinto.
Algunos especialistas han alertado de la caída de visitas al ginecólogo. ¿Igual que se obvian los métodos anticonceptivos, se obvian las revisiones ginecológicas?
-Yo no diría que ocurre eso. A las consultas sigue acudiendo un gran volumen de pacientes. Lo que pasa es que a veces, en el sistema público de salud, se intentan adaptar los recursos a una forma más racional de utilizarlos. Antes se tenía muy claro lo de pasar por el ginecólogo una vez al año y hacer una citología, pero eso no se puede asumir en el sistema público. Por eso dicen que con hacerse una citología trienalmente es más que suficiente. O que se puede aplicar un cultivo de VPH (virus del papiloma humano) para el screaning de cérvix. Si el cultivo viral da negativo, el valor predictivo tan alto que tiene esta prueba indica que es seguro que la paciente vuelva dentro de cinco años. Porque el sistema público de salud intenta adaptar los recursos disponibles a la gente que realmente está enferma.