Bilbao - El Gobierno Vasco observa con escepticismo el anuncio del presidente español el funciones, Mariano Rajoy, de dejar sin efecto académico las reválidas de ESO y Bachillerato ya que “no aporta nada bueno” y exigió ayer “la derogación” de la LOMCE para poder confiar en la voluntad de diálogo del Gobierno español para alcanzar un pacto de estado por la educación. El candidato popular a la Presidencia española afirmó en la segunda jornada del debate de investidura que no será necesario aprobar estas pruebas externas para acceder al título de Bachillerato y ESO hasta que no se alcance el pacto educativo.

“Vamos a abordar la suspensión de los efectos académicos de las evaluaciones finales de la ESO y Bachillerato hasta que concluyamos el pacto por la educación (?) y hasta ese momento la evaluación final no será necesaria para adquirir el título y tendrá valor únicamente para acceder a la universidad”. El anuncio que Rajoy escenificó como una cesión y que los socialistas se apresuraron a apuntarse como un tanto, en realidad, no cambia un ápice la situación que el miércoles sacó a la calle a miles de estudiantes, docentes y familias en multitud de localidades del Estado.

No se suspenden las reválidas, la propia LOMCE establece que este curso no tienen efecto académico y, por supuesto, la ley Wert seguirá en vigor. La buena noticia, en caso de que la hubiera, es que las declaraciones de Rajoy pueden leerse como una paralización indefinida de los efectos de las reválidas ya que en 40 años de democracia española nunca se ha alcanzado un pacto en materia educativa. El ministro que estuvo más cerca de lograrlo fue el socialista Ángel Gabilondo durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el Partido Popular frustró el histórico acuerdo porque las encuestas que le daban una mayoría absoluta en las elecciones generales de 2011. Y como remedio al escandaloso abandono escolar de España, el PP impulsó la LOMCE desde el Gobierno, una ley que si algo ha conseguido ha sido precisamente unir a todo el mundo -comunidad educativa y partidos-, pero en pedir su derogación.

Sin embargo, Mariano Rajoy no contempla tumbar su proyecto estrella, la primera ley educativa que aprueba el PP en su historia. Es más, maneja un plazo determinado para que las reválidas vuelvan a ser la llave de acceso al título, seis meses. Durante la primera sesión del debate de investidura, el candidato popular se comprometió a alcanzar un pacto por la educación en ese tiempo. De cumplirse esta hoja de ruta, en junio de 2018 las reválidas sí tendrían efecto académico, tal y como establece el calendario actual de la LOMCE. Es decir, que ayer se representó desde la tribuna del Congreso la ilusión sobre el arranque de un proceso de diálogo para desembocar en el mismo punto de partida: la letra de la ley Wert. Eso, a no ser que el pacto de estado por la educación recoja la suspensión de las reválidas, el principal instrumento de control estatal para el cumplimiento de la LOMCE.

¿Qué implica el anuncio de Rajoy? Fuentes del Ministerio de Educación afirmaron ayer que tan pronto como se constituya el nuevo Gobierno se aprobará un decreto que suspenda el calendario de aplicación de la LOMCE para eliminar los efectos de las reválidas, es decir, para que no sea necesario superarlas para lograr el graduado escolar y el título de Bachillerato. Por tanto, este curso se realizarán las dos reválidas. La de 2º de Bachillerato se mantendrá como prueba de acceso a la universidad y no será obligatoria para quienes no deseen cursar estudios universitarios. Y la de 4º de ESO se convertirá en una evaluación diagnóstico que mide el nivel del sistema, como las de 3º y 6º de Primaria que la escuela vasca ha boicoteado sistemáticamente los dos últimos cursos.

¿Y en Euskadi qué pasará? Según fuentes del gabinete que dirige Cristina Uriarte, “todo seguirá igual”. No se celebrarán las reválidas que establece la LOMCE. Únicamente se hará al final de Bachillerato una prueba de acceso a la universidad que está elaborando el Departamento de Educación junto a la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en base a criterios propios que se asemejará a la actual Selectividad.

El anuncio del presidente en funciones tuvo reacciones muy similares por parte de la comunidad educativa dentro y fuera de Euskadi. La mayoría de las organizaciones -familias, estudiantes, sindicatos de enseñanza, directores de institutos- coincidieron en señalar que la medida no representa “ninguna novedad” y demuestra el empeño del Partido Popular por mantener en vigor la LOMCE. La Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (EHIGE) advirtió de que “las reválidas siguen en vigor, la LOMCE sigue en vigor” para aclarar que “ya sabíamos que las reválidas no tenían efecto académico en este curso”.

Desde el punto de vista de las familias de la red pública vasca, las declaraciones de Rajoy siguen manteniendo “la incertidumbre” sobre el futuro del alumnado. También dirigieron sus dardos contra el Gobierno Vasco por considerarlo ambiguo en esta cuestión. “Seguimos sin saber qué prueba va a realizar este curso el alumnado de segundo de Bachillerato, prueba que sustituirá a la Selectividad, y quién la va a diseñar. ¿Se va a eliminar la prueba de 4º de la ESO?”. En este sentido, EHIGE pidió que Educación haga oficial el compromiso de la consejera Uriarte de no hacer las reválidas este curso. “No queremos declaraciones, queremos papel. Queremos que se derogue la LOMCE y los decretos que la están aplicando, Heziberri en la CAV”.

El sindicato ELA denunció que, pese al anuncio de la suspensión “transitoria” de las consecuencias de la reválida, la ley Wert mantiene los demás aspectos “regresivos”. Por ello, volvió a exigir a los gobiernos vasco y navarro que “dejen de aplicarla” y desarrollen un proyecto y un sistema educativo “consensuado con los agentes educativos de Euskal Herria, respondiendo a nuestras necesidades y a nuestra voluntad”. Por su parte, LAB consideró que las declaraciones de Rajoy “cambia muy poco” la situación si lo único que se suspenden transitoriamente, hasta cerrar un pacto educativo, son los efectos de las reválidas.

La central abertzale también reclamó un acuerdo para la creación de un “sistema educativo propio para toda Euskal Herria”, diferente del que se pacte en el conjunto del Estado. Durante la sesión de tarde del debate de investidura, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, afeó a Mariano Rajoy su anuncio sobre las evaluaciones finales externas ya que, según dijo, no es una cesión, ni muestra tampoco su “voluntad de diálogo porque ya está en la ley”. Concretamente, el texto dice que estas evaluaciones no tendrán consecuencias académicas “hasta 2018”.

“Usted lo que ha hecho es ofrecer lo que ya está en la ley, es que no ha ofrecido nada. ¿Esa es la forma en que va a llegar a acuerdos y pactos con los grupos?”, le preguntó Esteban al líder popular. El diputado jeltzale también señaló que Rajoy se pone a disposición de un pacto para dar estabilidad a la enseñanza cuando sabe “que ese tema se lo va a tumbar la oposición”.

En el día de ayer sólo Ciudadanos celebró las palabras de Rajoy, mientras que PSOE, Podemos o IU lo vieron “insuficiente” y exigieron la derogación de estas pruebas. Desde la formación naranja vieron “con buenos ojos” la decisión del presidente del Gobierno en funciones porque, según explicó su portavoz de Educación en el Congreso, Marta Martín, “va en la línea de lo que se pedía y se negoció con el PP cuando se hizo el pacto para la investidura”.