donostia -Filósofo, matemático, pero sobre todo visionario. Javier Echeverría Ezponda atesora un vasto currículum que arrancó cuando estudió simultáneamente carreras tan divididas como la filosofía y las matemáticas. Cuando nació el correo electrónico, Javier Echeverría Ezponda ya acuñó términos como el tercer entorno para referirse a los cambios que supone esta nueva era surgida con las nuevas tecnologías de la comunicación. Un anuncio en el periódico le llevó a regresar a Donostia, donde resultó ser el decano de la entonces reciente Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación ubicada en Zorroaga.
A lo largo de su carrera, ha analizado el papel social de la ciencia y la tecnología a través de numerosas publicaciones. Gracias a estos y otros logros, este intelectual recibió ayer el premio Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales por “haber contribuido de manera efectiva al desarrollo científico, social y cultural de Vasconia”. El solemne acto tuvo lugar en el Palacio de Miramar de Donostia, al que asistieron el lehendakari, Iñigo Urkullu; la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, así como representantes del jurado de dicho galardón, entre los que se encontraban Iñaki Dorronsoro, presidente de Eusko Ikaskuntza; Iñaki Esparza, de la UNED Bergara; Alfonso Carlosena, Universidad Pública de Navarra; Iciar Astiasarán, Universidad de Navarra; Cristina Iturrioz, Universidad de Deusto; Ana Arrieta, vicerrectora del campus de Gipuzkoa de la UPV/EHU; y Txomin García de Laboral Kutxa.
En su discurso, Echeverría agradeció la distinción que le ha llevado a “revisar cuestiones aparcadas” de su carrera investigadora y a reflexionar sobre “nuevas propuestas de conceptos” como la “innovación intersocial”, las “tecnosociedades”, las “tecnopersonas” y las “tecnomasas”, “Euskal haizeak” o “Euskal hodeiak”. Después de realizar un pequeño repaso sobre su familia, hizo mención a su “orgullo emigrante” de haber nacido en Navarra, haber vivido en México hasta los tres años, en Donostia hasta los 12 y una segunda etapa desde los 30 hasta la actualidad, y en otros lugares. Hizo un emotivo guiño a su hija que vio el evento en streaming desde Londres donde está estudiando, “no forzada por guerra alguna ni por necesidad”, a diferencia de “tantas personas”.
Por su parte, Iñigo Urkullu alabó a Echeverría por su compromiso con la “innovación” y su voluntad de “ir más allá del mundo académico” y “aportar luz a las grandes incógnitas a las que nos enfrentamos” en este tiempo. Asimismo, Uxue Barkos destacó la “impecable carrera docente” de Echeverría, así como sus 37 años como investigador.