gasteiz - Los supermercados franceses han comenzado esta semana a probar cuatro diferentes sistemas de etiquetado nutricional para saber cuál es el que promueve una alimentación más sana entre los consumidores, alertando claramente sobre el contenido de materias grasas, ácidos grasos saturados, azúcares y sal. Este modo de catalogar los productos ha generado polémica entre la industria agroalimentaria, que la considera “un estigma” que hará bajar sus ventas.
Aquí, los expertos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) pretenden etiquetar los alimentos con información sobre el ejercicio equivalente a realizar para gastar sus calorías . La SEEN pide en las etiquetas la inclusión de la Actividad Física Equivalente (AFE), para dar a los consumidores la posibilidad de asociar inmediatamente el contenido energético de los alimentos a la actividad física puede ayudar a reducir la obesidad.
No obstante, el doctor Jesús Moreno, miembro del Area de Nutrición, advierte de que no se trata de “neutralizar con ejercicio las calorías sino de visualizar el esfuerzo de dicho consumo”. Por otro lado, admite que el ejercicio físico produce un beneficio sobre la salud adicional al que supone puramente el consumo energético. En este sentido, recuerdan que “el gasto energético que cada persona lleva a cabo en un ejercicio concreto (por ejemplo, correr a trote lento un kilómetro) está muy influido por el tamaño y la composición corporal. Es fácil de entender que una persona adulta que mida 1,70 m y pese 77 kg gaste mucha más energía en correr esta distancia que un niño de diez años que pese 30 kg”. - DNA