Roma - El organismo que agrupa a los geólogos italianos considera que el país necesita más controles sobre la construcción, mantenimiento y renovación de edificios para evitar en lo posible consecuencias catastróficas como las del terremoto del pasado 24 de agosto. “Hay que completar la cartografía geológica del país, que de manera increíble está parada desde hace años”, denunció Arcangelo Francesco Violo, secretario del Consejo Nacional de los Geólogos.
Además, es necesario proceder a una “recalificación” de todos los ámbitos del sector con el fin de que la construcción, mantenimiento y renovación de edificios sea “más eficaz”, declaró Violo en un comunicado. Además, el representante de los geólogos estimó que es “necesario actualizar los planes de protección civil, informar a los ciudadanos de los riesgos geológicos e invertir en la educación sobre temas geológicos y ambientales, desde la escuela primaria”. La reducción del riesgo por terremotos en Italia pasa, según Violo, por completar los estudios de microzonación sísmica y que estos estén incluidos en los planes urbanísticos y territoriales del país.
“En este país tenemos los conocimientos científicos y técnicos para aplicar una política seria de prevención de riesgos geológicos”, dijo Violo, que agregó que el reto es “vitalizar un plan nacional extraordinario de seguridad”. Las declaraciones del representante de los geólogos se conocen después de que el terremoto del pasado miércoles pusiera en evidencia que muchos de los edificios destruidos carecían de medidas antisísmicas y habían sido reestructurados de manera deficiente y sin control.
la calma Cinco días después de que el seísmo azotara varias localidades del centro de Italia y devastara Amatrice, este municipio de unos 2.000 habitantes va recobrando un poco de calma. Los equipos desplegados siguen levantando escombros con la intención de buscar posibles desaparecidos, ya sin la esperanza de hallar personas con vida y con la certeza de que el balance definitivo de muertos en el desastre está próximo a conocerse. “En la zona tenemos datos que sobre todo se está estabilizando. No hemos encontrado nuevos desaparecidos, entonces, digamos que estamos llegando a la cifra definitiva”, señaló Paolo Baccari, uno de los responsables de este departamento.
Amatrice sufrió graves daños como consecuencia del seísmo, el centro histórico quedó completamente derruido y se perdieron muchos edificios históricos como la Torre Cívica, construida en el siglo XV, o el Hotel Roma, del siglo XIX y en el que se registraron una gran cantidad de muertes por la tragedia. Pero ayer en Amatrice ya se apreciaban los primeros signos de normalidad: se restablecieron algunos servicios básicos, las comunicaciones telefónicas pudieron ser reparadas, había menos ambulancias, menos personal de los equipos de rescate y menos medios de comunicación en el lugar.
Amatrice continúa sumergida en escombros, pero ya se van vislumbrando algunas de las antiguas calles transitadas por los vecinos de este pueblo, meta turística y gastronómica por su famosa pasta all’amatriciana, a base de tomate y bacon.
La reconstrucción Amatrice piensa ya en su futuro, en su reconstrucción pero también en qué sucederá con los damnificados en los próximos meses, cuando tengan que sobrevivir al frío invierno lejos de sus hogares. De momento, hay unas 2.700 personas que requieren asistencia, confirmó el portavoz de Protección Civil, y para estas personas hay que encontrar soluciones habitacionales provisionales hasta que sus localidades sean reconstruidas.
La solución, sin embargo, precisará de algunos meses porque primero, en las próximas dos semanas, este organismo tratará de establecer un plan de actuación y después procederá a trasladar a estas personas a albergues, residencias, estructuras prefabricadas o casas de madera en la montaña. El organismo lidiará también con quienes se resisten a abandonar sus hogares, como pequeños agricultores y ganaderos que prefieren seguir labrando su tierra o cuidando sus animales porque son sus medios para subsistir. A estas personas, explicó Baccari, se les puede ofrecer tiendas de campaña provisionales que finalmente tendrán que abandonar porque “las temperaturas bajarán” y habrá que permitirles vivir en lugares en los que puedan pasar “el invierno en zona de montaña”.
Ayer, la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, visitó Amatrice, y el sábado lo hicieron el presidente de la República, Sergio Mattarella, y el del Senado, Pietro Grasso. - Efe