El domingo pasado pararon un partido de fútbol por insultar a un jugador negro. ¿Por qué no hacen lo mismo cuando hay insultos machistas, o de género, como vete a la cocina... que se les dice a las mujeres árbitras?
-Si se produce un parón por este tipo de insultos, que es lo lógico y correcto porque no se puede permitir este tipo descalificaciones en ningún ámbito de la vida, lo suyo sería que cuando se produzcan estas agresiones verbales, como hemos visto en los partidos de las chicas, el encuentro también se interrumpiera. Pero lo ideal sería que no tuviéramos que tomar este tipo de medidas porque las personas que van a ver las competiciones deportivas lo hicieran desde el respeto a las personas que participan.
Hace un mes publiqué una entrevista con un hombre de un colectivo en defensa de la Igualdad de las Mujeres. Hubo decenas de comentarios escabrosos y despreciativos para su colectivo. ¿Acaso no debiera educarse más a los hombres que a las mujeres?
-Suele suceder con frecuencia y no solo cuando se entrevista a hombres que cuestionan los modelos de masculinidad imperantes en la sociedad. A nosotras también nos ocurre cuando se publican determinados artículos o referencias sobre violencia contra las mujeres; vemos que hay determinados colectivos que escudándose en el anonimato van contra las personas que muestran sus opiniones a favor de la igualdad de mujeres y hombres.
Se está produciendo cierto revuelo por el burkini. ¿Qué opinión le merece?
-Diría que lo que debe prevalecer en todo momento son los derechos de las mujeres y que éstos no vayan hacia atrás. Es por lo que debemos de pelear. En algunos casos la utilización de esta indumentaria supone que las mujeres, que de otra manera no podrían participar o bañarse en ningún espacio público, con ella lo hagan. A veces nos escandalizamos por ver a una mujer en los Juegos Olímpicos compitiendo con determinada vestimenta, pero no con las chicas de vóley playa que van exhibiendo su cuerpo. Y no lo hacemos porque en nuestra sociedad el cuerpo de la mujer es un objeto de reclamo y se utiliza para todo. Nos escandalizamos por una cosa, pero no por otra.
El número de personas musulmanas crece entre nosotros, ¿cuál es su visión personal sobre el burka integral que se presenta bajo el paraguas de la libertad?
-Una cosa es el pañuelo y otra el burka integral. Personalmente creo que es un tema que tenemos que debatir; hay que contar con las comunidades, con las mujeres, pero a mi el burka integral, que no permite ni ver a las mujeres, no me va. El pañuelo es otra cosa. Hay feministas musulmanas que lo utilizan como una señal de identidad; he hablado con mujeres saharauis que llevan la melfa por voluntad propia y de identidad. Por lo que debemos batallar es porque tengan reconocidos sus derechos y que no vayan hacia atrás y que en ningún caso sea nada que les imponga alguien. Si eligen llevar un pañuelo por opción personal, de identidad, pues perfecto.