Bilbao - En marzo de 2015 el copiloto del vuelo Germanwings 4U9525, Andreas Lubitz, bloqueó la cabina y estrelló deliberadamente el avión contra la ladera de una montaña de los Alpes franceses. Las 150 personas que viajaban de Barcelona a Düsseldorf fallecieron en el siniestro. Ayer, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) propuso establecer controles médicos más rigurosos para los pilotos, incluyendo una mejor evaluación de su salud mental.

En una serie de propuestas presentadas a la Comisión Europea, la EASA reclama hacer pruebas de alcohol y drogas, la evaluación exhaustiva de la salud mental y una mejora del seguimiento de aquellos pilotos con un historial médico de trastornos psiquiátricos, según la información difundida ayer por la agencia. El objetivo de estas nuevas medidas es endurecer las revisiones médicas y periódicas a las que deben someterse los pilotos.

Actualmente los exámenes anuales de los pilotos se centran más en su estado físico que en el mental o anímico. De hecho, la EASA ha reconocido que “en la actualidad las evaluaciones médico-aeronáuticas no incluyen una evaluación psicológica sistemática. Por eso, las deficiencias psicológicas... pueden pasar desapercibidas”.

los examinadores La agencia reconoce que también es necesario “mejorar la capacitación, supervisión y evaluación de los examinadores médico-aeronáuticos” con el objetivo de incrementar la calidad de los exámenes a los que son sometidos los pilotos. Además, para prevenir cualquier intento de fraude, los centros que realizan las evaluaciones deben denunciar obligatoriamente a las autoridades competentes cualquier “evaluación médica incompleta”.

Las propuestas presentadas por la EASA a la Comisión Europea servirán de base para una propuesta legislativa que la CE pretende presentar a finales de este año. Su objetivo es mejorar la seguridad del transporte aéreo y evitar accidentes provocados por pilotos con problemas psicológicos, como ocurrió con el vuelo de Germanwings.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea inició los trabajos para elaborar sus propuestas a raíz de ese accidente y después de que la Comisión Europea le encargara detectar los errores que permitieron a Andreas Lubitz estrellar voluntariamente el avión. Tras aquel accidente, los investigadores franceses que analizaron las circunstancias de la tragedia y reconstruyeron lo que había ocurrido en el interior de la cabina de vuelo pidieron nuevas medidas para impedir que los pilotos puedan ocultar a las compañías aéreas y a los examinadores médicos problemas de salud mental. Para ello recomendaron evaluaciones más frecuentes y exhaustivas de pilotos con historiales clínicos de salud mental.

La EASA ha recogido estas recomendaciones para mejorar el seguimiento médico de los pilotos, pero no son las primeras medidas adoptadas tras la tragedia de los Alpes. En marzo de 2015 la agencia propuso a las aerolíneas que siempre debía haber al menos dos personas autorizadas en cabina “u otras medidas equivalentes para minimizar riesgos”. Una medida que fue adoptada por varias compañías.

los pilotos En un documento reciente en el que fija su posición ante “el caso Germanwings”, el sindicato Sepla indica que el concepto de dos personas en cabina u “ocupación mínima” “no es eficaz”. Según el Sepla, “la presencia en la cabina de vuelo de una persona sin conocimiento operativo específico no mejorará, en ningún caso, la seguridad y posiblemente creará nuevos problemas de seguridad y operacionales. Por ejemplo, este tipo de personas es poco probable que reconozca, entienda y, mucho menos, resuelva cualquier cuestión operacional como un descenso de emergencia”.

Para evitar accidentes como el de Germanwings el sindicato de pilotos propone “establecer normativamente la creación y promoción efectiva de programas de ayuda a pilotos basados en preceptos CISM (Critical Incident Stress Management) en todas las compañías aéreas, que permitan una intervención temprana en caso de necesidad emocional y/o psicológica, así como método de prevención efectiva relacionada con el uso de sustancias prohibidas”. El Sepla aboga por la detección preventiva de los “casos problemáticos en una etapa temprana”.

Evaluaciones. Propone reforzar los exámenes médicos de los pilotos a través de “la introducción de análisis de drogas y alcohol, una evaluación exhaustiva de la salud mental” y un mejor seguimiento en caso de antecedentes de problemas psiquiátricos.

Médicos. Se plantea la mejora de la formación y la supervisión de los médicos que tratan y examinan a los pilotos.

Control. Con el objetivo de prevenir posibles intentos de fraude se propone obligar a los centros de medicina aeronáutica y a los examinadores médicos aeronáuticos a informar a las autoridades de toda evaluación médica incompleta.

Cabina. En marzo de 2015 la Agencia recomendó la presencia en todo momento de dos miembros de la tripulación en la cabina de vuelo. El pasado mes de julio flexibilizó su recomendación.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) confía en que a finales de 2016 se puedan implementar las mejoras que propuesto a raíz de la tragedia de Germanwings del pasado marzo, entre las que se encuentra la evaluación psicológica de los pilotos. El objetivo de la nueva regulación será poder detectar problemas psicológicos antes y después de obtener las licencias de vuelo, así como acceder a los historiales médicos.