gasteiz- En Euskadi la obesidad no hace tantos estragos como en otras comunidades ¿verdad?
-Efectivamente estamos mejor que la media estatal, en torno al 18%. Pero eso no quiere decir que nos relajemos. Y las recomendaciones de la pirámide nutricional valen igual para un señor de Bermeo que para uno de Cartagena.
¿Se están frenando las tasas de sobrepeso o, por el contrario, van en aumento?
-Depende en qué franja de edad. En los niños vascos está aumentando un poco, aunque estamos cinco puntos por debajo de la media estatal. En la población joven, sobre todo en los chicos, también sube un poco, mientras que en la población adulta está estabilizada. Donde la obesidad está siendo importante es entre los más mayores. Tenemos un 12-13% en población infantil, un 17% en adultos y un 25% en ancianos. Donde hay más gorditos es entre la gente mayor, sobre todo entre las señoras.
Se habla mucho de obesidad infantil pero se descuida el colectivo de los más mayores.
-Sí, porque a menudo tienen una alimentación muy monótona o sufren problemas que limitan sus habilidades culinarias o no pueden ir a comprar. En ese colectivo se necesita mucho el consejo dietético individualizado, ver su situación, qué enfermedades tienen, qué pastillas toman... Y decirles debería tomar más lácteos porque tiene un poco de osteoporosis, debería tener cuidado con los embutidos. Tres o cuatro ajustes sencillos les pueden beneficiar mucho.
Las cinco raciones al día de fruta y verdura es ya un consejo recurrente.
-Pero es una recomendación que desgraciadamente todavía no se cumple. En Euskadi estamos en casi cuatro y a nivel estatal en 3 o en 3,2. Esa pieza de fruta o esa ración de ensalada que nos queda para llegar a los cinco sería muy impacto importante para obtener un mayor beneficio para la salud. El mensaje es intentar consumir tres piezas de fruta al día y dos raciones de verdura, una en forma de ensalada y otra cocinada.
A veces se leen cosas muy alarmantes como que un grado de obesidad importante puede conllevar una pérdida de hasta diez años en la esperanza de vida. ¿Es para tanto?
-Sí, son datos de la OMS que plantean que sólo cinco puntos extras en la masa corporal va a suponer un 40% más de probabilidades de desarrollar diabetes, un 20% más de desarrollar cáncer, un 25% más de sufrir un evento cardiovascular. Eso está estadísticamente reconocido. Además como ahora vivimos más, ese sobrepeso durante tantos años hace que nuestras rodillas, nuestras caderas o nuestros pies sufran mucho más.
Sin embargo se ha acuñado ya el término fofisano, personas con unos kilos de más que están perfectamente sanas.
-Eso es querer quitar hierro a cosas que tienen importancia. Es cierto que hay estudios que plantean que hay personas con sobrepeso que son metabólicamente sanas pero eso no quiere decir que sean la mayoría, ni que su esperanza de vida sea mayor a largo plazo. Porque igual en ese periodo su cuerpo está compensando ese exceso de peso, pero mañana a la tarde puede empezar a tener algún tipo de goteras. Eso es como si tienes un coche y no lo cuidas, hoy puede estar bien pero ese vehículo podía haberte durado 20 años, y al final te ha aguantado catorce. La realidad es que hay miles de estudios que dicen que la gente con un índice de masa corporal a partir de treinta se muere antes. Eso es así estadísticamente. Hablamos de la generalidad.