Bilbao - Cuando faltan menos de dos años para que concluya la primera fase del calendario de Inspecciones Técnicas de Edificaciones (ITE) y con muchos propietarios y comunidades que aún tienen que realizar esa tarea, la Autoridad Vasca de la Competencia ha emitido un informe sobre los profesionales capacitados para realizar esas revisiones que, en opinión de los arquitectos, ha creado más confusión y desinformación sobre una normativa de la que los ciudadanos saben bastante poco. Según la Autoridad Vasca de la Competencia, “la reserva de actividad en favor de los arquitectos y arquitectos técnicos para realizar Inspecciones Técnicas/Informes de Evaluación de Edificios carece de base legal y de justificación por cuestiones de capacidad o seguridad” y, en consecuencia, insta al Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco a que proceda “a la inscripción de ingenieros e ingenieros técnicos en el Registro de Inspección Técnica de Edificios de la CAPV”. El posicionamiento de la AVC, adoptado a raíz de una reclamación realizada por el Consejo de Ingenieros Industriales del País Vasco que informó de que el Gobierno Vasco excluía a estos profesionales a la hora de realizar ITEs, ha soliviantado a los arquitectos.
Según Matxalen Acasuso, decana-presidenta del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, “los ingenieros sí pueden hacer inspecciones técnicas, pero no de edificios residenciales, esas están reservadas para arquitectos y aparejadores”. La decana de los arquitectos vascos lamenta la confusión que, en su opinión, ha creado el informe de la AVC y resalta que “va en sentido contrario a las leyes y la jurisprudencia”. Matxalen Acasuso indica que la Ley de Ordenación de la Edificación y regulaciones posteriores dejan bien claro que arquitectos y arquitectos técnicos son los profesionales competentes para las inspecciones técnicas de viviendas y edificios residenciales, mientras que los ingenieros pueden hacer las de edificios industriales o similares.
La obligación de realizar evaluaciones técnicas de los edificios residenciales -para verificar su estado de conservación, seguridad y habitabilidad- se reguló en Euskadi en 2014 mediante un decreto que estableció que aquellos edificios que hayan cumplido más de 50 años en junio de 2017 deberán presentar el informe ITE antes de junio de 2018, a no ser que el ayuntamiento correspondiente establezca un calendario más restrictivo -como es el caso de Bilbao y Bermeo-. También están obligados a presentar la ITE los vecinos y propietarios que quieran acogerse a ayudas a la rehabilitación, independientemente de la antigüedad de sus edificios. Después de ese primer plazo que concluye el 27 de junio de 2018, los edificios que vayan cumpliendo 50 años dispondrán de un plazo de doce meses para realizar la obligatoria ITE.
Según los datos de Euskoregite, más de 76.000 edificios de la CAV están obligados a presentar la ITE antes de junio de 2018 y hasta la fecha lo han hecho aproximadamente 9.000. Esto supone que en los próximos meses se tiene que incrementar notablemente el ritmo de realización de inspecciones. Una labor para la que -según Matxalen Acasuso- están disponibles buena parte de los 3.500 arquitectos del Colegio Vasco-Navarro y que se debe desarrollar al margen del conflicto surgido con los ingenieros.