Donostia - La política lingüística de las dos próximas décadas deberá concentrar sus esfuerzos en “hacer atractivo” el uso del euskera en “los ámbitos naturales” y “no formales” en los que se desenvuelven los jóvenes, como las nuevas tecnologías, el deporte y otras actividades de ocio.
Lo dijo el viceconsejero de Política Lingüística del Gobierno Vasco, Patxi Baztarrika, en la presentación ayer en Donostia de las principales pautas de actuación que propone un informe elaborado por el Consejo Asesor del Euskera, a partir de una investigación llevada a cabo, entre 2015 y 2016, con un centenar de adolescentes de 12 a 14 años.
La presidenta del Consejo, Itsaso Andueza, y la directora de su Comisión de Juventud, Jone Miren Hernández, detallaron las conclusiones del estudio, titulado Gu, gazteok, que analiza la realidad lingüística que viven los más jóvenes -sus hábitos, actitudes y prácticas en su entorno-, desde su propia percepción. Baztarrika subrayó que el informe considera a la juventud vasca “protagonista del futuro del euskera”, dado que “el crecimiento exponencial” de la lengua vasca en las tres últimas décadas se debe a la juventud. Entre los datos de partida del informe, destacan el crecimiento en el conocimiento de la lengua vasca entre los menores de 25 años, que en 1991 rondaba el 33% y en 2011 casi llegaba al 79%, si bien el uso subió en esos años sólo del 12 al 27%. Pese a que la proporción entre conocimiento y utilización en esas dos décadas no progresó de manera pareja, la evolución desde entonces ha sido “positiva” y se aprecia, según Baztarrika, “una tendencia favorable clara”. Así, la proyección de futuro apunta a que, el 73,2% de los menores de 25 años que eran vascohablantes en 2011, se prevé que suba hasta el 83,4% en 2036, mientras que en el conjunto de la población, del 34,4% de euskaldunes de 2011 se estima que se incrementarán hasta el 49,5%. - Efe