Parón en cuatro tramos. Están parcialmente parados los tramos Antzuola-Ezkio Este (desde el 10 de febrero), lo que cuesta al mes unos 63.000 euros; y Hernialde Zizurkil (17 de febrero), que supone 300.000 euros por cada mes de parón. Y totalmente parados están el tramo Hernani-Astigarraga, desde enero de 2015 (150.000 euros al mes); Euskal Trenbide Sarea confía en reanudar las obras en breve; y Antzuola-Ezkio Oeste desde el 19 de febrero (51.000 euros al mes). Las razones son los modificados por causa técnicas no previstas.

El nudo de Bergara. Es una zona de gran complejidad y se divide en cinco tramos, el primero se adjudicó en 2014 y el último el verano pasado. Sin embargo, las obras no arrancan y teniendo en cuenta que su plazo de ejecución es próximo a los cuatro años, este nudo supone ahora la principal preocupación deLakua, que ve difícil culminar la ‘Y vasca’ antes de 2021 precisamente por el parón en esta zona. Adif, que es el promotor, se plantea unificar estos tramos con una nueva adjudicación.

68,7

El ramal guipuzcoano entre Bergara y Lezo consta de 68,7 kilómetros de los cuales actualmente están en ejecución 59,1 (el 77,6%). De esos están completamente terminados 27 y en obras otros 32.

Tramos terminados

Bergara-Bergara106,3 millones

Bergara-Antzuola137,3 millones

Ezkio Itsaso-Beasain70,1 millones

Beasain oeste54,2 millones

Beasain este55,2 millones

Ordizia-Itsasondo64,2 millones

Legorreta92,3 millones

Tolosa-Hernialde125,3 millones

Andoain-Urnieta90,2 millones

En obras (grado de ejecución)

Ezkio-Itsaso (remates)61,4 millones

Tolosa (remates)101,3 millones

Antzuola-Ezkio oeste (79%) 127,5 m.

Antzuola-Ezkio E. (89,5%) 145,7 m.

Hernialde-Zizurkil (59%)165,1 m

Zizurkil-Andoain (44%)184,3 m.

Urnieta-Hernani (86%)147,2 m.

Hernani-Astigarraga (18,5%)80,1 m.

Adjudicados sin empezar

Nudo de BergaraCinco tramos

En proyecto

Astigarraga-Lezo (tres tramos

Entrada a Donostia

Irun y conexión con Iparralde

D icen que es como un queso de Gruyère y que “sin abrirlo, es imposible saber cuántos agujeros tiene y dónde está cada uno”. Es el ejemplo más gráfico para explicar las dificultades que está teniendo la construcción de la Y vasca en su ramal guipuzcoano, donde el 80% por ciento de sus 68,7 kilómetros de recorrido transcurre por túneles. En su interior se han descubierto un sinfín de sorpresas, escapes de gas grisú, manantiales que provocaron riadas, corrimientos de tierras y otros contratiempos que han complicado las obras y están requiriendo de nuevos modificados para su ejecución: millones de euros que actualmente son mirados con lupa por la sociedad pública Adif, dependiente del Ministerio de Fomento, y cuya aprobación supone un “farragoso” proceso administrativo que en la CAV tiene un doble filtro, el del propio Gobierno español y el del Ejecutivo Vasco, que es quien adelanta el dinero para luego descontarlo del Cupo que paga al Estado.

Ocho años después de que se iniciasen las obras en Gipuzkoa -el tramo Ordizia-Itsasondo se inició en abril de 2008- , la Y vasca se encuentra en una encrucijada: sudando la gota para obtener autorización para modificar proyectos y de miedo a meter la pala y afrontar nuevos imprevistos que les hagan solicitar nuevos cambios.

Aunque el Gobierno vasco lleva “muy adelantados” los trabajos en los 17 tramos que está ejecutando a través de Euskal Trenbide Sarea (ETS) entre Bergara y Lezo -nueve ya están terminados-, en la actualidad cuatro de los ocho en ejecución se encuentran parados; dos de ellos totalmente y otros dos de forma parcial. Todos a la espera de que Madrid, donde está la llave de la caja fuerte, autorice sendos modificados para hacer frente a imprevistos.

En círculos del sector de la construcción admiten abiertamente que “si los trabajos se hubiesen empezado solo un año antes, no se seguiría”. Pero la realidad es que ya son muchos años de trabajo y 1.813 millones de euros de presupuesto vigente solo en el ramal guipuzcoano, el de mayor complejidad técnica, eso sí. Se llevan gastados ya 238 millones más que los 1.575 por los que se adjudicaron los trabajos que lleva a cabo ETS en virtud del acuerdo alcanzado con Adif en abril de 2006.

el nudo gordiano... ¿2019 o 2021? “Todas las catas se hacen bien pero hasta que no excavas un túnel no ves realmente la dimensión de lo que te vas a encontrar”, admiten fuentes de ETS, donde aseguran que “nosotros vamos en plazo para culminar la obra para 2019. Es la cifra que maneja de forma oficial la ministra Ana Pastor.

¿Pero es esto posible? El nudo gordiano se encuentra el denominado nudo de Bergara, el eje que que conecta el trazado guipuzcoano con el corredor de Bizkaia y Araba, una actuación de gran complejidad promovida por la propia Adif y que sigue empantanada, sin arrancar, pese a que sus cinco tramos están ya adjudicados. El primero en 2014 y el último el verano pasado.

Hace apenas diez días el diario El Mundo avanzaba que varias grandes constructoras del Estado amenazaban con romper los contratos adjudicados del TAV, también en la Y vasca, y abandonar las obras por los sobrecostes y las dificultades para que Adif autorice modificados.

Y en el caso del nudo de Bergara solo hay que echar una regla de tres para intuir a qué temen las constructoras. Para eso hay que ver lo que ha pasado en los 17 tramos ejecutados por ETS, que fueron adjudicados a las empresas con una baja media del 7,32% sobre su precio base de licitación y, a pesar de ello, en todos se han acumulado sobrecostes millonarios. ¿Qué puede pasar en Bergara, donde los cinco tramos se han adjudicado con rebajas de entre el 37% y el 50% sobre el precio de adjudicación? Nadie parece querer saberlo. Teniendo en cuenta que en esa zona están previstos plazos de ejecución de casi cuatro años, el Gobierno vasco se teme ya que será muy difícil que el TAV esté listo antes de 2021 y mete presión a Fomento.