MADRID. Vigilantes de seguridad que trabajaron en el Madrid Arena la noche de Halloween de 2012, en la que murieron cinco jóvenes, han declarado hoy en el juicio que no recibieron ningún tipo de formación sobre evacuación y que desconocían el aforo permitido para el evento y el plan de auto protección del edificio.
Cuatro trabajadores de la empresa Seguriber han reconocido esta falta de información y formación, mientras que solo uno de los vigilantes, Ángel A., ha sostenido que sí les dieron una charla previa al evento explicándoles estas cuestiones.
Por su parte, otro testigo del juicio, David O., que aquella noche se encargaba de custodiar unas puertas de cristal que se encontraban en la cota 5 y que supuestamente debían estar cerradas, ha relatado que esas puertas se abrieron en un momento dado.
"De pronto noté frío en la espalda y vi que alguien las había abierto", ha relatado. "Avisé a mi jefe, que me dijo que me quedará ahí sacando a toda la gente que entrara. Era una situación anómala", ha agregado.
Otro vigilante, Ángel Antonio A., ha señalado que el cometido de los trabajadores de Seguriber era únicamente "vigilar las salidas", pero que no eran los encargados de la seguridad interior, sino que "había unos de chaleco amarillo que eran los que organizaban a la gente que había por dentro", y ha añadido que por lo que tenía entendido, "esas personas eran de Kontrol 34".
Eliseo M., que se encontraba en la entrada del Madrid Arena y cuya función era revisar los bolsos para que la gente no accediera con botellas ni objetos peligrosos al recinto, ha declarado que hubo un momento que había tal afluencia de gente que tuvieron que hacer "la requisa más liviana". "Hacíamos lo que podíamos", ha afirmado.
Además, ha subrayado que no sabía donde estaba la enfermería ni recuerda haber visto ningún cartel que indicara su existencia.