MADRID. La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC), aumenta en Navidad la vigilancia en carreteras convencionales (en las que mueren cerca de mil personas al año) con controles integrales a los conductores que cometen varias infracciones.
En un comunicado, la DGT informa de que el objetivo de esta medida es detectar y apartar de la circulación a los conductores "multi infractores", aquellos conductores que además de no respetar los límites de velocidad establecidos infringen otros preceptos de la seguridad vial.
A este respecto, señala que en los once primeros meses del año 110.411 conductores han sido denunciados por cometer más de una infracción.
Esta vigilancia integral realiza controles de velocidad con radares móviles que recorren de forma intensiva este tipo de vías y sobre todo los tramos calificados como de especial peligro.
La DGT indica que cuando un conductor comete una infracción de exceso de velocidad, se le para e identifica, y si se estima oportuno, se le hacen pruebas de alcohol y drogas y se revisa la documentación.
Asimismo, destaca que esta vigilancia se hace en carretera con 1.800 patrullas de agentes de la ATGC y desde el aire con los doce helicópteros de los que dispone la DGT, ocho de ellos equipados con el sistema radar Pegasus que detecta las infracciones a los límites de velocidad.
La DGT recuerda que el conductor detectado con un exceso de velocidad puede ser sancionado con multa desde 100 a 600 euros y la pérdida de entre 2 y 6 puntos.
Si además es sorprendido con alcohol por encima de lo permitido también será sancionado con 500 euros y 4 puntos.
Si dobla la tasa permitida, la multa asciende a 1.000 euros y la detracción de 6 puntos.
En el caso de los reincidentes la sanción también es de 1.000 euros y la detracción de puntos puede ser de 4 o 6, en función de la tasa dada.
Además, es una infracción grave, con sanción económica de 200 euros y pérdida de 3 puntos, conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, así como conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente a la conducción.