santiago - Al menos diez personas perdieron la vida a causa del terremoto de 8,4 que se produjo en la medianoche del miércoles en Illapel, en la región de Coquimbo, a unos 200 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Además, unas 600 personas de la zona tuvieron que ser evacuadas a albergues en zonas altas.
Además, el subsecretario del Interior chileno, Mahmud Aleuy, cifró en un millón los evacuados tras la alerta de tsunami declarada para toda la costa del país, que después se limitó a la zona norte y finalmente ayer se canceló.
Por otra parte, el ministro de Interior de Chile, Jorge Burgos, descartó igualmente la posibilidad de que haya una crisis de abastecimiento. “No hay ninguna razón para creer que el combustible se va a acabar. No hay inconvenientes, así que no hay necesidad de aglomerarse en las estaciones de servicio”, aseguró.
El movimiento telúrico -el tercero más fuerte en la historia de esta convulsionada nación, donde en 1960 se registró el mayor terremoto de la Historia- se produjo a las 19:54 hora local y su epicentro estuvo localizado a 46 kilómetros al oeste de la localidad norteña de Canela y 15,7 kilómetros de profundidad.
La fuerza del temblor determinó que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada diera la alerta de tsunami para todo el litoral chileno, de más de 4.000 kilómetros de longitud, por lo que las autoridades ordenaron la inmediata evacuación. En la mayoría de las localidades costeras, la población se desplazó ordenadamente hacia zonas más seguras, situadas por encima de los treinta metros sobre el nivel del mar.
La Oficina Nacional de Emergencia de Chile informó de que a la ciudad costera de Coquimbo, en el norte del país, llegaron olas de 4,5 metros, mientras que en Valparaíso, el principal puerto de Chile, se registraron marejadas cercana a los dos metros.
reacción y medidas La presidenta chilena, Michelle Bachelet, consideró que, con el primer balance, no era necesario declarar el estado de excepción pero aseguró que se declarará la zona de catástrofe donde se requiera “para ir en ayuda de las familias afectadas”.
No obstante, “el Ministerio de Educación tomó la decisión de suspender las clases mientras se observa la evolución de los hechos para que los niños que no asistan a clases en el día de mañana”, afirmó. Además, Bachelet, anunció ayer la suspensión de todas las actividades festivas del Gobierno con motivo de la Independencia, que se celebra los días 18 y 19 de septiembre, debido al seísmo. - E.P.