vitoria - El Gobierno Vasco ha sacado a exposición pública el anteproyecto de la Ley de Formación Profesional del País Vasco, la primera que regulará la FP en Euskadi. El nuevo marco normativo propone un cambio de paradigma de lo que hasta ahora ha venido siendo la FP. El objetivo que persigue el Departamento de Educación con la batería de cambios que introduce la ley es el ajustar la formación a la demanda real de las empresas vascas y así mejorar su competitividad. Según el texto, el entorno económico actual exige romper esquemas anteriores y evolucionar desde un modelo formativo orientado al “puesto de trabajo” hacia otro centrado en el “campo profesional”. Para ello se ha dispuesto una serie de mecanismos por los que centros y empresas podrán colaborar de forma estrecha a distintos niveles, desde el plano formativo a la investigación, pasando por la transferencia de conocimiento o de aprendices a través de la FP dual. La formación en idiomas, la internacionalización, la innovación y el emprendizaje se convierten, también, en elementos centrales de la futura ley.
Entre todas las medidas destacan los Programas de Especialización Profesional para empresas. Euskadi irá más allá del Catálogo de Nacional de Cualificaciones Profesionales y, tomando como referencia el marco europeo, ofrecerá especialización profesional dirigida a satisfacer las necesidades de especial cualificación de las empresas y sectores productivos de Euskadi, “especialmente en el ámbito industrial”. En colaboración con los sectores productivos del país, el Departamento de Educación se encargará de diseñar, aprobar y evaluar estos programas de especialización a la carta. Con ellos, se pretende dotar al sistema productivo “de instrumentos formativos específicos que requieran cualificaciones avanzadas no catalogadas en el marco general de la FP”.
Educación regulará por decreto el contenido de estos programas: su competencia general en términos de desempeño profesional, formación requerida, la duración total y la formación asociada, así como los sectores o grupos de empresas que dependan del programa y los requisitos para impartirlos. Al término de los mismos, la Administración vasca acreditará esta especialización a través de un certificado oficial que solo tendrá validez en el ámbito de Euskadi. Según el borrador de la ley, la formación se podrá desarrollar por programas específicos o con la FP dual, que une enseñanza en el aula con el trabajo remunerado en la empresa por una compensación no inferior al Salario Mínimo Interprofesional.
FP combinada con I+D La principal novedad de la ley vasca es la creación del modelo combinado de FP en el que los centros no solo impartirán los ciclos formativos al uso, sino también aprendizajes en innovación aplicada y emprendimiento activo. Así, además de los centros de FP normales se constituirá una champions leage, la denominada Red de Centros Especializados en el Modelo Combinado de Formación Profesional. Los centros que integren esta avanzadilla del sistema ofertarán formación reglada y formación para el empleo pero también impulsarán la innovación y la cultura emprendedora para la creación de empresas. Educación pondrá todo su arsenal de recursos para preparar al profesorado en sus nuevas funciones, impulsando programas de formación “en el ámbito de técnicas y procesos productivos innovadores”. Dentro de la red habrá un puñado de centros, llamados nodos, que se encargarán de prestar servicios de transferencia tecnológica y de innovación al sector productivo -fundamentalmente a las pymes- o a los propios centros del sistema. Por otro lado, se reforzará la autonomía de los centros para que las direcciones puedan suscribir convenios de colaboración con empresas de su entorno, instituciones o agentes tecnológicos que estimen para tejer alianzas y beneficiarse mutuamente.
Falta de mano de obra cualificada Todo, tanto los programas de especialización como el nuevo modelo de FP combinada con I+D y empredizaje, cumple un doble objetivo: mejorar la competitividad de las empresas vascas y la empleabilidad de las personas. El nuevo esquema de la FP vasca pretende dar salida a las reiteradas quejas expresadas por la patronal vasca (Confebask) acerca de la falta de mano de obra cualificada, fundamentalmente en el sector del metal, un ámbito que prevé crear este año entre 500 y 1.000 puestos de trabajo solo en Bizkaia. Hace unos días el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, advertía en su blog que la recuperación económica ha puesto en evidencia la falta de profesionales formados y que sería “suicida desoír” la necesidad de adaptación permanente al cambio. Por ello, apostó por “nuclear” las prioridades en torno a la I+D+i y el conocimiento como “pilares básicos de la apuesta por la industria inteligente”. A su juicio, en el actual momento de “profunda” transformación estructural por efecto de la crisis, la globalización, la sociedad digital y la “continua” revolución tecnológica “resulta, además, particularmente oportuno, nuclear nuestras prioridades en torno a la I+D+i y el conocimiento como pilares básicos de la apuesta por la industria inteligente”, porque “garantiza en el medio y largo plazo” su “modelo de sociedad”. “Necesitamos no solo saber producir, sino también saber aportar nuevas ideas, diseñar, crear y reinventarnos cada día para que nuestros productos, procesos y servicios sean diferenciales, más atractivos y mejores”, agregó. Este análisis y el nuevo modelo de FP vasca coinciden con las previsiones de la Unión Europea acerca del índice de demanda de alta cualificación profesional de cara al 2020 y el descenso acusado del empleo de baja cualificación -un 8% en Euskadi-. Para cubrir estos retos, Euskadi debería elevar un 20% el número de estudiantes en los próximos dos años.
Euskera e inglés El anteproyecto de ley va a dar un giro de 180º a la oferta lingüística vigente desde 1993 y que ha provocado que miles de estudiantes euskaldunes se hayan visto obligados a estudiar en castellano debido a la reducida oferta de FP en modelo D -a día de hoy apenas alcanza el 10%- y a la inexistencia del modelo B -bilingüe-. En este sentido, el borrador se compromete a corregir este problema y a dar un salto cualitativo con el inglés en la FP inicial. El texto subraya que el euskera y el castellano estarán “obligatoriamente incorporados” a la FP en toda su extensión y que “se adoptarán las medidas necesarias para evitar el tránsito a la FP la ruptura con el ejercicio de las opciones lingüísticas ejercidas en etapas anteriores”. De este modo, la ley recoge el impulso del modelo D, la implantación “progresiva y planificada” del modelo B para reforzar la profesionalización en euskera y se promoverá la inclusión de materias en euskera en el modelo A (todo castellano).
Preámbulo. El anteproyecto de la Ley de Formación Profesional del País Vasco pretende regular el marco de las políticas de la FP a “efectos de tratar de que Euskadi sea capaz de ubicarse, en condiciones idóneas, en el nuevo modelo económico que Europa tiene como objetivo, impulsando una economía basada en el crecimiento inteligente, sostenible e integrador”. La norma vasca quiere responder a un doble reto. De un lado, mejorar la competitividad de las empresas vascas en un contexto de globalización y digitalización. Y de otro, elevar la empleabilidad de las personas, teniendo en cuenta que en 2020 solo el 8% de los empleos de Euskadi requerirá perfiles de baja cualificación.
FP con I+D y emprendizaje. Como novedad la ley introduce el Modelo Combinado de Formación Profesional en el que se integran no solamente el ámbito la formación reglada y para el empleo, sino también los aprendizajes en innovación aplicada y el emprendimiento activo. Según el texto, con este nuevo enfoque se pretende formar a “personas activas para las que la innovación en el ámbito de su profesión y la iniciativa de emprendimiento en su sector económico sean parte de sus habilidades y de sus objetivos profesionales”.
Red de Centros Especializados. Además de los centros integrados-que ofrecen formación reglada- se creará una Red Vasca de Centros Especializados en el Modelo Combinado de Formación Profesional que actuará de avanzadilla del sistema y desarrollará los objetivos del nuevo modelo que propone la ley. En el seno de la red habrá unos ‘nodos’ -agrupación de centros por especialidad- que podrán prestar servicios de transferencia tecnológica e innovación a las empresas o a otros centros del sistema.
Régimen de alternancia. El anteproyecto consagra la FP dual -que alterna la formación en el aula con las prácticas remuneradas en empresas- “como un objetivo estratégico”. Su finalidad es fortalecer un sistema que aún tiene poca penetración en Euskadi, apenas alcanza al 1% del alumnado. Según el reciente decreto de la FP dual que se acaba de publicar en el BOPV, la formación en alternancia se podrá hacer con dos modalidades: a través de contratos en formación para el empleo y con becas, cuyo importe mínimo debe ser el Salario Mínimo Interprofesional. La FP dual, también servirá para desarrollar los nuevos Programas de Especialización Profesional. Especialización
Formación ‘a la carta’. La Administración desarrollará un Marco Vasco de Cualificaciones y Especializaciones Profesionales que “permita ampliar” las cualificaciones establecidas en el Catálogo Nacional de Cualificaciones, con el fin de “facilitar la adaptación a las específicas necesidades del sistema productivo del País Vasco”. Educación, en colaboración con los sectores productivos, se encargará de diseñar, desarrollar y evaluar estos programas. Además, reconocerá esta especialización con unos certificados oficiales que tendrán validez en Euskadi.
Bilingüismo y trilingüismo. La normativa propone garantizar la presencia del euskera y castellano en todo el sistema de FP, impulsando el modelo D e implantando “progresivamente” el modelo B. Asimismo, se incluirá el euskera como lengua vehicular en distintas materias del modelo A. En los programas de formación para el empleo se pretende mejorar la capacidad comunicativa en el ámbito profesional del que se trate mediante acuerdos con HABE. Por otro lado, se potenciará el conocimiento del inglés con una FP inicial trilingüe, sin que la oferta de inglés vaya en detrimento de la de euskera.
Intercambios. La internacionalización es uno de los “ejes” sobre los que se asienta esta ley. Para ello se prevén tres intervenciones: el intercambio de estudiantes y docentes; la oferta de actividades formativas del sistema vasco en otros países “de especial importancia en el caso de empresas vascas con centros de trabajo en el exterior”; y la ‘exportación’ de experiencias a otros países a través del diseño e implantación de programas.
Investigación. La ley se propone impulsar el desarrollo de la investigación en la FP para que contribuya a la mejora de la calidad del sistema, si bien la norma no desarrolla mucho este punto. Evaluación cada tres años. El borrador prevé la evaluación periódica del sistema vasco de FP en su conjunto para conocer si se adecua a las necesidades del sistema económico vasco, a las tasas de empleabilidad, a los resultados obtenidos por quienes realizaron los cursos, niveles de abandono, adecuación del empleo a la formación, etc. Un organismo técnico, que se creará al efecto, será el encargado de realizar estos exámenes cada tres años. Asimismo, el texto contempla la supervisión de estas evaluaciones de la FP y de los programas específicos por parte de un comité internacional de expertos en formación profesional.