MADRID. La prevención y detección de la depresión en niños y jóvenes es un proceso difícil y complicado que deberá desarrollarse en las siguientes décadas para impulsar la lucha contra la depresión, tal y como se ha destacado en la cuarta jornada del Congreso de la European Society For Child and Adolescent Psychiatry (ESCAP).
Varios expertos internacionales se han reunido para debatir sobre la depresión y los Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños y jóvenes en este congreso celebrado en Madrid el pasado martes.
El especialista en Psiquiatría infantil y adolescente de la Universidad de Cambridge, el profesor Ian Goodyer, ha reconocido que la prevención y la detección de la depresión en niños y jóvenes es complicada, y apuesta por "concentrarse en comportamientos específicos como el riesgo de suicidio o de auto lesión, en vez de fijarse en algo tan común y general como el bajo estado de ánimo de una persona".
Actualmente se desconoce si los tratamientos para la depresión varían su eficacia clínica y sus resultados dependiendo de la edad, por lo que no se puede personalizar el tratamiento fijándose en este factor. Además, el profesor Goodyer ha añadido que mientras que los efectos colaterales de los tratamientos farmacológicos están bien documentados, no ocurre lo mismo con los tratamientos psicológicos.
"Hay que probar con tratamientos más a la medida de cada paciente, en vez de tener tratamientos aplicados a todos, con una condición heterogénea. Esto es lo que va a pasar en las próximas dos décadas", ha señalado Ian Goodyer.
La depresión es la segunda enfermedad más letal para los hombres en Reino Unido, por detrás del cáncer del pulmón, lo que implica la necesidad de desarrolar unas políticas para la prevención y tratamiento de este trastorno. Goodyer ha apuntado que la clave es fijarse en los grupos más sensibles, ya que "los mayores riesgos se encuetran precisamente en el aumento de la tasa de sucidio y debemos encontrar un tratamiento adecuado para aquellos pacientes más vulnerables".
LOS TRATAMIENTOS FARMACOLOGICOS NO TIENEN EFECTOS NEGATIVOS
Por su parte, la profesora de Neurociencia Cognitiva del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente del King's College London, Katya Rubia, ha explicado que en el futuro puede existir la posibilidad de utilizar neuroterapias en pacientes con Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y que la utilización de tratamientos farmacológicos no presenta efectos negativos en el cerebro de los niños. Esto ha quedado patente a través de estudios de PAT (una técnica que analiza los niveles de dopamina), que "revelan que la medicación a largo plazo eleva el número de transportadores de dopamina, eso significa que el cerebro se adapta", ha señalado.
La profesora Rubia también ha presentado un reciente estudio sobre las anomalías cerebrales en pacientes con TDAH. Rubia ha afirmado que la resonancia magnética es el método más adecuado para examinar estas anomalías, ya que permite analizar "a nivel de la corteza pero también anomalías subcorticales, que son muy importantes en la psiquiatría".