rabat - Un segundo espeleólogo de los que se encontraban accidentados en el fondo de un barranco del Atlas marroquí, en la región de Uarzazate, murió ayer por la tarde, justo cuando llegaban al lugar siete agentes españoles especializados en rescate de montaña. La muerte de José Antonio Martínez Jiménez, un inspector de policía de 41 años, se sumaba así a la de Gustavo Virués, un abogado de Cádiz de la misma edad, mientras que era rescatado con vida Juan Bolívar Bueno, también agente de policía y de 27 años.

Aunque se había informado en un primer momento de que las labores de rescate no comenzarían hasta hoy lunes por los riesgos que suponían, los siete agentes de la guardia civil y la policía nacional se pusieron a trabajar con las últimas horas de luz del día y lograron rescatar vivo a Bolívar. Fuentes diplomáticas españolas dijeron que Bolívar, que se encuentra “físicamente bien”, pudo salir del barranco por sí mismo, sin tener que ser llevado a hombros por los rescatistas.

Anoche estaba previsto que el superviviente fuera trasladado a Uarzazate, según informó el ministerio español del Interior. El rescate no podría hacerse en helicóptero, ya que no vuelan de noche, y estaba previsto que se hiciera en una ambulancia por las pistas que unen el lugar con la ciudad más cercana, Uarzazate, donde hay preparada una habitación de hospital, dijeron fuentes policiales españolas en Marruecos. El barranco se encuentra en el término de Tarmest, una aldea bereber dentro de la comuna rural de Iminulauen, en la región de Uarzazate, en la que hay muy pocas carreteras practicables y la mayor parte de la red viaria son pistas por las que pueden circular solamente mulos o todoterrenos.

Bolívar se encuentra físicamente bien, insistieron las fuentes, pero sufre de hipotermia y de estrés postraumático (ha visto morir a sus dos compañeros), por lo que su reposo es imprescindible.

Las previsiones iniciales eran que las tareas de rescate no comenzasen hasta la mañana de hoy, con la primera luz del día, según dijeron tanto los gendarmes marroquíes como fuentes diplomáticas españolas.

Las bajísimas temperaturas en esta región montañosa aún con nieve y hielo, más lo accidentado de la orografía convertían el rescate en extremadamente arriesgado.

Sin embargo, los siete especialistas llegados ayer por la tarde desde España tras unas complicadas negociaciones de casi dos días para obtener el permiso de Marruecos, se pusieron manos a la obra y lograron sacar a Bolívar. Al parecer, lo que sí habría sido postergado hasta hoy es el traslado de los cadáveres, en parte por ser menos urgente, y también porque la operación será mucho más compleja y hay que pensar también en la seguridad de todos los que participen en el complejo operativo.

Los cadáveres se encuentran al fondo de un barranco de 400 metros de profundidad, con paredes muy estrechas en algunos puntos y donde desplazarse es extremadamente difícil. Junto a los siete especialistas españoles hay al pie del barranco no menos de 140 agentes marroquíes de la Gendarmería, las Fuerzas Auxiliares o del ministerio de Sanidad, dijeron fuentes de la Gendarmería.

El equipo de rescate español, que tardó casi 48 horas en obtener el permiso marroquí para entrar y operar en el país magrebí, está formado por cuatro guardias civiles del Servicio de Montaña más tres agentes de los Grupos Especiales de Operaciones de la policía nacional.